Las Quintanillas ha elegido la vía del deporte para combatir la despoblación, generar empleos y riqueza y garantizar un futuro para sus habitantes. La construcción de un complejo con dos campos de fútbol, un edificio semienterrado entre los mismos y un aparcamiento es un proyecto que llevaba en punto muerto varios meses, pero que ahora vuelve a cobrar fuerza. Una vez solventado el problema con el distribuidor para llevar la electricidad, el Ayuntamiento ha activado los mecanismos para iniciar su construcción en las próximas semanas.
Con la parcela de casi 24.000 metros cuadrados entre la N-120 y la A-231 allanada desde hace meses, el primer paso será ejecutar los muros de protección de los taludes. Esta obra tiene como objetivo contener los niveles de los terrenos de juego de los futuros campos, además de servir de vallado al complejo con respecto a las parcelas colindantes y el camino existente.
La inversión ascenderá hasta los 430.000 euros, mientras que el montante total de la obra sobrepasará seguro los 800.000 euros. Los muros asumen a la vez la función de cerramiento del recinto y protección ante la orientación más desfavorable. Se ejecutarán a base de una serie de losas prefabricadas de hormigón pretensado que se encajarán en un cimiento corrido y se yuxtapondrán unas tras otras hasta completar la pared. Sobre estas se colocará un vallado metálico que impedirá el paso.
El alcalde, Eduardo Munguía, espera poder arrancar la construcción del primer campo de fútbol antes de que concluya el presente año, aunque todo apunta a que será prácticamente imposible. La ejecución de los muros pantalla tiene un plazo de 9 meses, por lo que no será hasta principios de febrero cuando se descubran las empresas interesadas. «Los procedimientos son muy lentos y la obra es considerable», reconoce. Sea como fuere, la intención del regidor es poder tener acabada la obra entera antes de que concluya el actual mandato, es decir, a más tardar en mayo de 2027. Se ha optado por la vía de construir primero un campo y luego otro, no hacer coincidir en el tiempo ambos trabajos para que los chavales puedan disfrutar del terreno de juego cuanto antes. Además, para esa segunda fase quedará la ejecución de los accesos, los graderíos o los vestuarios.
«Es un proyecto importante para el pueblo. Creemos en él, y junto a la nueva área de servicio creemos que servirá para modernizar y fijar población», admite. El principal inquilino de estas instalaciones será el Club Deportivo Juventud, con el que el Ayuntamiento tiene pactado un convenio. Hasta Las Quintanillas se desplazarán de lunes a viernes para entrenar y los fines de semana para jugar sus partidos más de una decena de conjuntos de chavales de todas las categorías. «En caso de que salga un equipo de Diputación en el pueblo, por supuesto que podrán jugar», adelanta Eduardo Munguía.
Al detalle. Los campos se proyectan de forma paralela y tendrán una dimensión de 110x65 metros el más grande y 100x54 metros el de menor superficie, lo que garantiza su uso para competiciones y torneos oficiales. Ambos serán de césped artificial y tendrán un doble 'marcaje' de fútbol 11 y fútbol 7, lo que avalará que puedan jugar a la vez hasta 8 equipos.
El proyecto contempla aprovechar un pequeño desnivel entre ambas instalaciones para construir, en una planta semisótano, ocho vestuarios, baños y zonas de almacenes y, en la planta superior, una zona de gradas con vistas hacia los dos campos de juego. También prevé un aparcamiento para vehículos, teniendo en cuenta que la competición moverá no solo a los equipos, sino a familias y aficionados. Así, se prevé 68 plazas, reservando dos para autobuses y otras tantas para minusválidos.