Un año más, el público que se congrega para ver el ensayo general de la Bajada del Ángel acudió fiel a su cita, incluso incrementando la presencia de curiosos que quisieron asistir al momento en el que Ruth Arnáiz García, la niña protagonista de este año, se metía por primera vez en el globo y realizaba el ritual que tendrá que repetir mañana.
Sin la parafernalia del traje y sus alas, pero sí con la corona de flores y dos peluches haciendo las veces de palomas, Ruth esperó tranquila a que pasase la nube que descargó un aguacero con granizo que retrasó el ensayo. El público no se movió de su sitio y, cuando se vio aparecer el globo por las puertas del cajón que simula el cielo, se hizo el silencio en la plaza de Santa María.
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Nada más abrirse el globo, los presentes estallaron en aplausos y Ruth les obsequió con hasta tras vuelos, después de recoger el pañuelo que una joven sujetaba haciendo las veces del velo de luto de la Virgen María. Una vez en el suelo, entre besos y felicitaciones, la pequeña recibió la enhorabuena de su hermana Irene, que ya ejerció este papel hace cinco años, lo que le dará más fuerzas para clavar su actuación mañana.