El ganadero del Valle de Mena que fue detenido el 9 de febrero, tras verse implicado en un accidente con un herido grave durante una de las tractoradas de protesta de las últimas semanas, se declara «hundido y profundamente abatido» por las consecuencias del siniestro, del que niega ser el responsable. «Se me acusa de un delito que no he cometido», apunta para describir la situación en la que ha quedado tras su arresto y puesta en libertad a la espera de juicio.«Estoy con el agua al cuello. El tractor quedó completamente destrozado y el abogado me dice que por lo menos, hasta dentro de un año no se podrá reparar. No puedo trabajar. Vivo de los favores que me hacen los vecinos», asegura en las declaraciones recogidas en un comunicado enviado por Coag, organización agraria a la que pertenece.
Ambos desean en la nota la pronta recuperación del conductor hospitalizado en un centro del País Vasco, al que responsabiliza del siniestro. Según el testimonio del ganadero, el joven vizcaíno «adelantó a ocho automóviles, una ambulancia y dos tractores, a toda velocidad, por una línea continua sin dar el intermitente», enumera. Mientras, sostiene que la maniobra que él realizó al volante del tractor consistió «en un giro señalizado y autorizado hacia un taller próximo a la carretera», explica a través de Coag.
La organización ha abierto una cuenta en una entidad bancaria para recabar fondos para sufragar los costes de la defensa jurídica y otros gastos, incluida la reparación del tractor siniestrado en Nava de Ordunte.
Coag manifiesta «todo su apoyo al agricultor y confía en que la justicia actúe con prontitud y ecuanimidad», mientras explora todas las vías de apoyo al ganadero, de 57 años. La Guardia Civil le puso a disposición judicial como presunto autor de los delitos de conducción temeraria y lesiones.