Mucho patrimonio y poco mantenimiento. Así podría resumirse la situación actual en el Ayuntamiento de Aranda de Duero, que acumula varios edificios "en estado ruinoso", como admite su alcalde, Antonio Linaje. Se refiere, por ejemplo, al almacén ubicado en el camino de las Alagunas, donde la Brigada de Obras guarda parte del material que emplea para el mantenimiento de las calles de la capital ribereña. Las naves presentan varias fisuras, una pared se halla apuntalada, hay vigas quemadas, multitud de escombros y la cantidad de zarzas ha adquirido tal volumen que ha llegado a tapar parte de las herramientas. Este es uno de los casos más preocupantes. "Las instalaciones se hallan en estado ruinoso, en ruina absoluta", lamenta el regidor, quien no descarta que haya que derribar estos almacenes "abandonados absolutamente" y "sin ningún tipo de mantenimiento" durante las últimas décadas.
Tampoco se han acometido labores de conservación en el antiguo matadero, en el polígono industrial Allendeduero y cerrado desde 2016. De hecho, Linaje advierte que "está para rodar una película de terror". Pues bien, en una de las salas se acumulan multitud de mesas y sillas de colegios con la maquinaria antigua de despiece de la carne, entre goteras y bajantes rotas. En las salas contiguas se almacenan los parquímetros antiguos, canastas oxidadas, porterías que no reúnen las condiciones mínimas para su uso en ninguna instalación, urnas electorales totalmente deterioradas o carrozas de carnaval. "Sólo se puede utilizar como almacén", apunta Linaje.
Mientras, en el barrio de las Tenerías, las instalaciones del invernadero que utilizaban los trabajadores del servicio municipal de jardines suman una década cerradas y dañadas: con los cristales rotos y la cubierta y las tuberías inservibles. También la Casa de la Juventud se halla vacía desde 2021, "en mal estado y totalmente desaprovechada", como remarca el alcalde arandino. Se estima que precisa una intervención a fondo, con un coste de unos 400.000 euros ya que el edificio se encuentra muy deteriorado, con tuberías reventadas, suelos picados y humedades.
Varios edificios municipales de Aranda se hallan "en ruina" - Foto: L.N.Reforma integral. Pero no sólo eso. También se han diagnosticado carencias de cierta relevancia en edificios municipales que sí tienen uso. Así sucede en Casa del Deporte, sede de la Concejalía de Deportes y cuyos sótanos están 'invadidos' de humedades. En la Casa de los Fantasmas, que alberga la Concejalía de Promoción, Turismo e Innovación, no hay aislamiento térmico en el tejado y en verano se han llegado a alcanzar 35 grados en su interior. Mientras, el almacén municipal de la calle Toledo va camino de quedarse pequeño al guardarse las farolas antiguas, las luces que se retiran de los colegios o las casetas que se emplean en diversos eventos y que se están arreglando tras ser vandalizadas. En la nave aledaña, el cuadro de luz se halla "abandonado" desde hace cuatro años, como denuncian los técnicos, con cables sueltos y pegados con esparadrapos. La imagen, dicen, es de "total decadencia". Llegados a este punto, Linaje subraya que se hará un estudio de necesidades con el objetivo de impulsar "una reforma integral".
Ocupados, pero con escaso uso. Por otra parte, en el inventario de bienes del Ayuntamiento de Aranda se contabilizan en torno a una treintena de locales. La inmensa mayoría se encuentran ocupados por distintos colectivos, ONG o servicios municipales. Así sucede con los espacios ubicados en el paseo Picasso, sede de la asociación de vecinos del barrio La Estación; en la calle Sulidiza, donde Cruz Roja tiene una parte de sus oficinas; en Silverio Velasco, que acoge una sede de los Centros de Acción Social, o Fernán González, donde se ubica el centro de mayores de Santa Catalina. Sólo un local, el de la calle Pizarro, se halla vacío en este momento.
No obstante, el alcalde arandino, Antonio Linaje, subraya que pese a contar con multitud de instalaciones, la mayoría se hallan "infrautilizadas". De ahí que, a partir de ahora, en el equipo de gobierno se planteen dar un mayor uso a estos lugares y que "tengan la mayor tasa de ocupación". A juicio del regidor, se ha de avanzar "en compartir espacios e intentar que estén vacíos el menor número de horas al día". En la actualidad, la mayoría están concebidos para una única función y los hay que apenas se utilizan "unas pocas veces al año". Algo que se pretende cambiar.
También está previsto adquirir un nuevo local en el barrio de Santa Catalina, ya que cuando empiecen las obras de reforma en el centro cívico Virgen de las Viñas, que acogerá el futuro campus universitario, será necesario reubicar a las asociaciones que ahora trabajan en estas instalaciones, así como las que se ubican en la antigua Casa de los Maestros, que se transformará en un centro de recepción de visitantes gracias a una subvención de fondos europeos.
Para llevar a cabo esta adquisición se ha incluido una partida de 300.000 euros en el Presupuesto de 2024, como subraya el concejal de Servicios Sociales e Igualdad, Andrés Gonzalo. En principio, será un local a compartir por diversas asociaciones y contará con "salas comunes para los colectivos que lo requieran". Asimismo, se contempla que lo puedan utilizar asociaciones que ahora no cuentan con una sede, pero que soliciten este futuro local para realizar alguna de sus actividades, como detalla.
Venta de solares. Finalmente, Linaje asegura que "no hay ninguna planificación" sobre la posible venta de los solares que el Consistorio tiene en el centro de la villa.