La lucha contra las drogodependencias en la comarca ribereña se mantiene, gracias a la labor que desarrolla el centro de atención de Cáritas Aranda, y el número de personas que acuden a sus servicios se ha incrementado un 10% en los últimos cinco años. A lo largo de 2023, 113 personas hicieron uso de sus recursos, de los que ocho fueron acciones de apoyo a las familias afectadas y los 105 restantes fueron usuarios que querían luchar contra sus adicciones, de los que 42 fueron por primera vez, frente a los 35 de 2022, y 50 recibieron apoyo psicológico, siete menos que el año anterior, para que se mantengan abstinentes o que inicien un proceso en un recurso de comunidad terapeútica o similar, porque en Aranda sólo se ofrece tratamiento ambulatorio.
El perfil de usuario corresponde al de hombre, con una edad comprendida entre los 36 y los 65 años, español y con un cuadro de policonsumo. «Las sustancias más habituales son cocaína, alcohol y THC, es decir, hachís y marihuana, porque las personas adictas raro es que tengan solamente un uso, suelen pasar de unos a otros, pero hemos notado un aumento del perfil de consumo de alcohol», explica Nélida González, trabajadora social responsable de este programa. En la sectorización por edades, no hay ningún usuario menor de edad, mientras que hay 29 menores de 35 años y cinco que superan los 66, por lo que los 79 restantes son los que ocupan la franja de edad más numerosa, un 70% del total.
Al hecho de que sean más hombres que mujeres quienes acuden a este programa, 84 frente a 29, se suma la circunstancia de que, a lo largo de 2023, el incremento de usuarios se ha registrado sólo entre hombre, pasando de 79 a 84 personas que han comenzado este programa para dejar la adicción a todo tipo de sustancias. Del global de usuarios, una cuarta parte está siguiendo la terapia sustitutiva con metadona, que se prescribe en el Centro de Atención al Drogodependiente de Burgos y las dosis se suministran en Aranda.
En la sede arandina de Cáritas se atiende a toda la comarca ribereña, ofreciendo información, apoyo psicológico y seguimiento psicosocial para la incorporación social, incluido para los exreclusos que quieran continuar con el proceso que hayan iniciado en prisión, así como otras acciones como el fomento del ocio saludable, con actividades como un taller de lectura.
Para mantener este servicio, y llevar a cabo las dos campañas de sensibilización que realizan al año, cuentan con fondos propios, con parte del IRPF que gestiona la comunidad autónoma y con los fondos que aporta el Ayuntamiento de Aranda a través de un convenio.