Lo que parecía un incendio de poca monta en el número 6 de la plaza de Foramontanos, en el barrio de Capiscol, a punto estuvo de tornarse en tragedia si no llega a ser por la rapidez y la diligencia con la que actuaron los bomberos de Burgos. Dos personas cometieron la imprudencia de salir a la escalera cuando se hallaba inundada de humo, se desorientaron y pudieron morir asfixiadas, pero los efectivos del parque oyeron sus gritos, subieron para auxiliarlos y lograron bajarlos a la calle. Después serían evacuados al Hospital Universitario (HUBU), donde también terminó el morador del piso en el que se originó el fuego. 

El suceso tuvo lugar sobre las 17,40 horas. Los vecinos que se pusieron en contacto con el 112 avisaban de una intensa humareda que salía del cuarto piso del número 6 de la plaza de Foramontanos. A los bomberos les llegó la emergencia como una comprobación de humo, pero cuando llegaron el incendio ya se había desarrollado y había destrozado buena parte de la vivienda, sobre todo el salón, que fue donde se originaron las llamas.

El morador de la casa salió de la misma a la escalera, con lo que el humo se extendió a todo el portal y a los rellanos de los pisos superiores, donde se encontraban otros dos habitantes del mismo bloque, que habían huido de sus casas por el incendio. Y eso fue lo que les puso en peligro. Desde el Servicio de Extinción de Incendios y Salvamento aprovechan para advertir a la ciudadanía de que «no deben salir de sus domicilios» cuando hay un fuego en otra vivienda, sobre todo cuando «el humo ha salido a la escalera». «El peligro de morir asfixiado es muy elevado; el lugar más seguro es el domicilio», manifiestan las mismas fuentes.

El vecino cuya casa ardió se marchó escopetado huyendo de las llamas, lo que provocó la salida del humo al portal y también que el incendio se desarrollara más rápidamente y tuvieran una mayor potencia destructiva, porque la casa quedó «prácticamente destrozada». 

Hasta el lugar del suceso se desplazaron también patrullas de la Policía Nacional y de la Local, así como una ambulancia de Sacyl, cuyo personal sanitario atendió a las personas intoxicadas. Fueron trasladadas al complejo asistencial una mujer de 51 años, un hombre de 52 y una niña de 11. Su estado no era de gravedad.