«Podemos decir que va a ser el Ebrovisión más multitudinario»

Ó.C. / Miranda
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ENTREVISTA | El portavoz de la asociación Amigos de Rafael Izquierdo, Ramiro Molinero, reconoce las grandes expectativas que hay puestas en la vigesimocuarta edición del festival que transforma Miranda de Ebro

Ramiro Molinero, portavoz de la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo, que organiza el festival Ebrovisión en Miranda. - Foto: Luis López Araico

Los organizadores del Ebrovisión tachan los días del calendario y trabajan a contrarreloj para que la música empiece a sonar el 5 de septiembre. El portavoz de la asociación Amigos de Rafael Izquierdo, Ramiro Molinero, reconoce las expectativas de esta vigesimocuarta edición, ya con la mente puesta de alguna manera en el próximo año «en nuestro 25 aniversario». Desde 2001, no han parado, «ni en la pandemia», recuerda antes de encarar los últimos flecos del festival que transforma Miranda.

El año pasado fue un cambio total, ¿cómo afronta esta edición?
Es una edición también especial, porque esperamos disfrutar de lo que no pudimos el año pasado por la lluvia. A día de hoy, podemos decir que la apuesta arriesgada de salir del Multifuncional ha funcionado y ha servido para doblar el público que teníamos hace dos años en el recinto principal. El formato ha gustado y es importante para nosotros y para el festival, que pedía un cambio para que el público esté a gusto. 

¿Qué expectativas tienen?
El aforo este año sube a 5.500 en el recinto principal y el fin de semana superaremos los 20.000. El sábado estamos seguros de que se llenará y el viernes va un poco más lenta la venta, pero es lógico, porque el sábado tenemos un gran cabeza de cartel como Arde Bogotá. 

Ramiro Molinero, portavoz de la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo, que organiza el festival Ebrovisión en Miranda.Ramiro Molinero, portavoz de la Asociación Amigos de Rafael Izquierdo, que organiza el festival Ebrovisión en Miranda. - Foto: Luis López Araico

Esta edición ha tenido el mejor arranque de venta de entradas de la historia del festival, ¿ha sido un año de buenas noticias?
Sí, pero también de mucho trabajo. En 2023 cometimos algunos fallos en los que tenemos que mejorar y hemos buscado patrocinadores, subvenciones, confeccionar el cartel, hacer presupuestos con el condicionante de que todo cada día está más caro. Todo con la premisa de mantener el equilibrio, de ser un festival barato, ofreciendo calidad de grupos en un recinto cómodo y eso tiene un coste que cuesta. Es una pelea de año tras año, porque el presupuesto crece y crece sin saber cuándo se detendrá.

El aforo este  año sube a 5.500 en el recinto principal y el fin de semana superaremos los 20.000»

¿Qué presupuesto manejan?
Pasaremos del medio millón de euros de presupuesto, que para nosotros son cifras vertiginosas. Todo va creciendo como la ayuda de la Diputación y de la Junta, pero al final lo más importante es la venta de entradas y este año por suerte va a venir más gente. Ahí es donde está la pelea año tras años, cuando en el marcador aparece cero y tiene que haber 5.000 ó 6.000. 

Comenta que el sábado esperan llenar, ¿cómo va la venta a falta de diez días?
Va muy constante. Este año hemos tenido el mejor inicio y ahora es la edición que más se vende día a día y eso es muy importante, porque antes notabas interés cuando cambiabas de precio. Eso te ayuda a afrontar los gastos, porque además tienes la ilusión que aporta ese respaldo y eso hace que te metas en más historias. 

Ha comentado que este año espera disfrutar por primera vez de escenarios como el del Castillo, pero no estará el de la Fábrica de Tornillos...
Hay que entender que el festival crece y los aforos reducidos tienen sus limitaciones y la Fábrica se ha quedado pequeña. Debemos ir a espacios amplios y lo hemos hecho, quitando el Castillo, que entendemos que es un símbolo de la ciudad en el que podrán entrar 900 personas si el tiempo lo permite, no como el año pasado.

Pasaremos del medio millón de euros de presupuesto, que para nosotros son cifras vertiginosas»

En 2023 tampoco pudieron montar el escenario sobre el agua del Ebro y este tampoco ¿es una espinita?
Sí. Es un tema que no depende de nosotros y este año fue la administración quien pidió los permisos y se lo denegaron. No es algo que se nos ocurra porque sí y lo haríamos con plataformas homologadas, pero seguiremos insistiendo, aunque es complicado por la negativa de la Confederación. 

¿Qué novedades destacaría?
El tema del pago. La aplicación entendemos que es lo más justo para el público. Con ella te cargarás lo que vas a gastar y tú mismo te lo devuelves, sin comisión. Además, con este método habrá descuentos en los precios. En cuanto a la gastronomía, el año pasado montamos una cocina central y en esta edición sumaremos food trucks para evitar colas. Al ampliar el aforo también duplicaremos los servicios. 

Han reforzado la promoción en ciudades próximas, ¿cómo ha sido?
Se ha hecho una inversión muy importante con fiestas de presentación, conciertos y el tema del marketing digital que lo hemos quintuplicado, pero es donde te tienes que mover. El año pasado ya no hicimos pegadas de carteles y este tampoco, porque estamos centrados en llegar donde está nuestro público. 

Gracias a esa labor esperan que haya más gente de fuera, ¿cómo han funcionado las alternativas para desplazarse o pernoctar en la ciudad?
El glampling va muy bien y tendremos más tiendas en la acampada. Los packs en Vitoria se están vendiendo y los autobuses se sacaron la semana pasada desde Vitoria, Burgos, Bilbao y Logroño y esperamos que funcionen. 

Para ver lo de siempre hay muchos festivales, pero el Ebrovisión tiene que tener esa diferencia de lo novedoso»

Con todo eso, ¿esperan que sea el Ebrovisión más multitudinario?
Sí y ya podemos decir que va a ser el Ebrovisión más multitudinario, pero dentro de la sostenibilidad del evento y su naturaleza. 

¿Todo pese a la ampliación?
Sí, trabajamos para que la gente no tenga que esperar colas para pedir. De todas formas, el recinto tampoco da para mucho más porque entre que montas las barras y la terraza más de 7.000 personas sería difícil, pero vamos a ver cómo vamos sin volvernos locos, porque dentro del ADN del público está cuidar al público y la línea de los grupos. Esto se ha visto con la última sustitución, porque nos hemos vuelto locos y hemos traído a Ibibio Sound Machine, que han sido teloneros de Coldplay en Wembley. Ese tipo de grupos es una seña de identidad y para ver lo de siempre hay muchos festivales, pero el Ebrovisión tiene que tener esa diferencia de lo novedoso.

Con Arde Bogotá, ¿han notado que es muy importante ese cabeza de cartel?
Todos los años el cabeza de cartel tiene su tirón, pero fluctúa mucho. Tenemos una base que va a venir siempre, pero luego sumamos mil o mil quinientos, que dependiendo de quien venga acuden o no, pero este año todo se duplica. Por números, Arde Bogotá es el cabeza de cartel más grande que ha venido al Ebrovisión. No me refiero a lo que cobra, sino a lo que arrastran, porque nunca se ha notado una venta de entradas tan fuerte. Sí que hemos tenido otros grupos, antes del boom de los festivales, cuando todo estaba dentro de un rollo más independiente. Las bandas no habían llegado a sonar en todos los lados y entre todos hemos sacado al indie adelante, pero ahora a Arde Bogotá lo conoce hasta mi madre. 

Entre todos hemos sacado al indie adelante, pero ahora a Arde Bogotá lo conoce hasta mi madre»

¿Esos grupos seguirán siendo accesibles para el festival?
Sí, pero puede que suene la flauta como este año o que no. No podemos prometer que todos los años venga un Leiva o Arde Bogotá, pero lo intentaremos y lo que podemos prometer es que vamos a ser fieles a Ebrovisión.

Más allá del cabeza de cartel, ¿qué destacaría?
Todo, porque está muy trabajado con bandas que van a sorprender en todo los escenarios. Hay variedad y nos lo vamos a pasar como Dios. 

En la parte gastronómica, en la que también pone empeño, ¿qué se puede hacer?
Siempre ha habido gastronomía en el Ebrovisión, desde que empezamos con esos macarrones y el arroz, pero se ha ido mejorando con el apoyo de los hosteleros y la muestra del sábado, algo que valoramos porque en un día complicado están con nosotros. Lo último ha sido Alejandro Serrano y Alberto Molinero, por lo que este año tendremos dos estrellas Michelin cocinando, que es un lujo. Son aficionados a la música y están deseando hacer cosas diferentes, como la recena de Alejandro a la una de la mañana. Tenía ganas de hacer cosas distintas y lo va a disfrutar.

Lo que podemos prometer es que vamos a ser fieles a Ebrovisión»

¿Cómo ve la ciudad a falta de unos días para el arranque del día 5?
Nosotros estamos bastante nerviosos y ajetreados, pero la gente todavía está volviendo de las vacaciones, pero estamos seguros de que Miranda se va a convertir en una fiesta. Sí que nos da pena que no todo el mundo que venga al festival se pueda alojar aquí. Es uno de los debes que entre todos tenemos que solucionar. No solo sucede con eventos puntuales como es el Ebrovisión o San Juan delMonte, porque también hay momentos con problemas y hay gente que se tiene que ir a otras ciudades y eso es una pena.