Traumatología fue el primer servicio del HUBU en adjudicar una plaza MIR ayer, cuando comenzó el período de elección para los 8.772 médicos que aprobaron el pasado enero el examen que abre las puertas a la especialización y, por tanto, al ejercicio en la sanidad pública española. Los primeros en elegir son siempre quienes obtuvieron mayor puntuación en el test y, ayer por la mañana, de hecho, fue el turno de quienes estaban por debajo del número 600. Y tres de ellos eligieron el HUBU para especializarse: el 404 optó expresamente por Traumatología en la capital burgalesa (con un número tan bajo habría podido elegir especializarse casi en cualquier servicio de España), mientras que el 457 y el 490 agotaron el cupo de Plástica. 

Este servicio es siempre el primero en cubrir su oferta formativa, dado que el HUBU es referencia en España para los implantes de mano catastrófica y que la Cirugía Plástica es, en general, una especialidad muy demandada en toda España. Así que lo habitual es que el primer día de adjudicación todos los hospitales agoten sus plazas MIR, como así ocurrió ayer.

El HUBU oferta 46 puestos MIR en esta convocatoria, por lo que, según datos oficiales del Ministerio de Sanidad actualizados a última hora de ayer por la tarde todavía tiene 43 vacantes: todas, salvo las de Plástica y una de las dos acreditadas en Traumatología. La necesidad de médicos permitió que el HUBU pudiera ofrecer en esta convocatoria todas las plazas autorizadas, salvo en Neurofisiología Clínica (que solo oferta dos de las tres posibles).

Esta urgencia por formar especialistas ha provocado que se estén lanzando ofertas históricas para especialidades como Medicina Familiar y Comunitaria, pero la realidad vuelve a probar que sigue siendo una especialidad menos atractiva que las hospitalarias. En toda Castilla y León, de hecho, el primer día de elección de plazas concluyó con cero adjudicaciones en esta especialidad, que es la base de la Atención Primaria. Hoy eligen otros 900 médicos que aprobaron el MIR.