La Universidad de Burgos prepara su inminente aterrizaje en Miranda. Tras años de preparación, el 18 de septiembre arrancará en la ciudad el primer curso del grado de Tecnologías Digitales para la Empresa. Para el estreno de su único campus periférico, la UBU ya tiene formada su plantilla de docentes, compuesta por diez personas, tres más de los que inicialmente se anunciaron en julio, cuando la entidad comunicó que necesitaba cubrir cinco plazas de asociados, más dos de ayudante doctor. Al margen de los recursos humanos, para arrancar las clases también han adecuado las instalaciones del ITM, donde solo queda señalizar.
En la entidad universitaria detallan que habrá un «profesor coordinador permanente», para cada una de las diez asignaturas que formarán el primer curso del grado. La última contratación del verano se cerró «la semana pasada», y en la Universidad explican que finalmente no estarán dentro de la categoría de profesores asociados. Además, indican que «incluso puede haber algún docente más de apoyo o que sean especialistas en alguna de las materias que se van a impartir». Más allá del arranque, a largo plazo hay que recordar que cuando estén activos los cuatro cursos, la plantilla ascenderá hasta los 21 docentes.
Otro aspecto por resolver antes del inicio de las clases tenía que ver con la movilidad del personal contratado. «La mayoría de los profesores son de Burgos», confiesan en la Universidad, donde detallan que los seleccionados dispondrán de un coche de la UBU, «por lo que ya está todo previsto», puntualizan.
Al margen de disponer de los recursos humanos, la entidad académica también tenía que adecuar las instalaciones, en un centro dedicado fundamentalmente a la Formación Profesional como es el ITM. En este sentido, en la UBU confirman que disponen de todas las estancias planificadas, incluidas las tres aulas y la zona reservada para los profesores. En la parte que queda pendiente, reconocen que «esta semana» realizarán los últimos trabajo de señalización. Pese a este último fleco, inciden en que el 18 de septiembre estará todo listo, porque también está prevista una presentación oficial con los representantes la Universidad.
Como sucede con los docentes, las instalaciones se ampliarán según se pongan en marcha los cursos con el paso de los años. Para cubrir todas las necesidades, la UBU dispondrá de una planta entera con un máximo de 2.500 metros cuadrados y un presupuesto final de 1,4 millones de euros.
Apoyo económico. Para que empiecen las clases solo quedan unos días, pero en la Universidad de Burgos todavía piensan en mejorar la cifra de matriculaciones. Con el periodo para apuntarse abierto, hay 11 inscritos, aunque todavía esperan que haya un empujón final con el tope de las 25 plazas como sueño. En este sentido, la Universidad subvencionará en un 50% la matrícula para los mayores de 25 años, aunque esperan que las empresas locales se impliquen para cubrir hasta el 100%, si alguno de sus trabajadores desea apuntarse.
«Se trata de una medida enfocada a los planes de formación permanente», expresan en la UBU, donde añaden que para lograr esa colaboración han mantenido contactos con el propio Ayuntamiento y las organizaciones empresariales locales, para que el tejido industrial de la ciudad se beneficie de esta formación. Aun así, lo único seguro sobre la mesa está en el 50% y para conseguir esa ayuda hay que presentar las solicitudes hasta el 30 de septiembre. El presupuesto reservado asciende a 6.000 euros.