La feria de gangas 'salva' la mala campaña invernal

B.G.R. / Burgos
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Las cifras de afluencia fueron similares a las del año pasado, si bien las ventas aumentaron pese a la limitación de aforo del claustro de San Juan y a la intensa nevada del sábado

Más de 8.000 personas visitaron el claustro interior del monasterio de San Juan durante el pasado fin de semana. - Foto: Jesús J. Matías

Las valoraciones positivas se repiten de nuevo a la hora de hacer balance de la feria de gangas celebrada el pasado fin de semana en el monasterio de San Juan. Las asociaciones de empresarios Centro Burgos y Zona G (Gamonal) coinciden en el «éxito» del evento, no solo en lo que a la afluencia de público se refiere, sino también en el volumen de ventas registrado por parte de la treintena de establecimientos participantes. Las buenas sensaciones llevan a estas entidades a pensar ya en una tercera edición, aunque valorando también  un posible cambio de ubicación debido a la limitación del espacio.

Los resultados de la muestra han devuelto la esperanza a los pequeños comerciantes al haber vaciado los excedentes de sus almacenes después de un poco favorable otoño-invierno, incluida la campaña de rebajadas. «Han podio recuperar parte de lo invertido y aminorar así las pérdidas de la mala temporada», aseguró ayer Belén Marticorena, gerente de Centro Burgos, quien transmitió el sentir común de los participantes respecto «a un aumento importante de las ventas» en comparación con la muestra celebrada en 2023 en patio exterior del monasterio de San Juan, en lugar del claustro interior de este año.

Ese incremento al que aludió Marticorena lo compartía Borja García, gerente de Zona G, si bien en ambos casos preferían no avanzar porcentajes, teniendo en cuenta, según este último, que el volumen de excedentes fue mayor el pasado ejercicio que el actual debido a que la pandemia paralizó la celebración de este tipo de iniciativas comerciales. Precisamente, esta es la segunda ocasión en la que ambas asociaciones se unen con el mismo fin de promocionar el comercio local al tiempo que tratan de consolidar esta cita para que pueda servir de atractivo a visitantes de provincias cercanas, lo mismo que ocurre con las muestras de estas características de Logroño, Vitoria o Bilbao, tal y como apuntó la representante de Centro Burgos.

Volviendo a los datos de esta pasada feria, que abrió sus puertas el  viernes a mediodía, el número de asistentes ascendió a 8.401, contabilizados a través de la entrada de 1 un euro que el público debía pagar para acceder al monasterio. La mayor afluencia de público se registró el viernes por la tarde, con más 1.000 personas, las mismas que el domingo por la mañana después del 'pinchazo' del sábado por la tarde debido a la nieve caída en la ciudad. Un handicap al que se refieren los organizadores para reforzar el éxito de la actividad, al igual que a la limitación del espacio interior, lo que obligaba a restringir el acceso para no superar al aforo. 

Espacio pequeño. Precisamente y en relación con este último aspecto, Marticorena y García subrayaron que han sido varios los comercios que se quedaron fuera de la muestra por este motivo, sobre todo aquellos no asociados a estas entidades frente a los asociados, a los que se priorizó su participación. De hecho, a los pocos días de abrirse la inscripción ya se había ocupado el 50% de la superficie del claustro interior, lo que obligó a limitar a uno el número de expositores a ocupar por parte de los establecimientos de la ciudad.

«La ubicación es magnífica, pero se queda pequeña si queremos tener más participación y abrirla a más empresas», sostuvo la representante de Centro Burgos, cuya opinión coincidió con la de Zona G. Es más, García consideró que si se da esta circunstancia debería pensarse en otras localizaciones, como es el caso del Coliseum o del Fórum, si bien para ello deben valorarse circunstancias como la liga LEB Oro de Baloncesto o el elevado coste del Palacio de Congresos.