El juzgado 2 de Instrucción de Burgos ha archivado, un año después, el procedimiento abierto por el tiroteo que se desató en el G-3 y en el que murió el hombre que había atracado minutos antes la sucursal del Banco Santander. La Audiencia Provincial ha confirmado dicha resolución porque, en resumen, afirma que la intervención de los agentes de la Policía Nacional fue la correcta y se ciñó al protocolo.
Aquellos hechos se produjeron el 6 de julio de 2023. Pedro Q.M., vecino del barrio, arrastraba problemas económicos y estaba en paro. De hecho, un mes y medio antes había atracado el Lupa de la misma zona. Sobre las 10 de la mañana entró en la sucursal del Santander, en la calle Condesa Mencía, con una mascarilla cubriéndole parte de la cara.
Apuntando a trabajadores y clientes con un arma corta -una nueve milímetros que después se supo que era de fogueo- se dirigió directamente hacia la cajera, a la que roció con gasolina mientras le lanzaba un mechero zippo encendido cuya llama se apagó por el aire. Le exigió que le entregara todo el dinero en metálico que se guardaba en la oficina.
(Más información, en la edición impresa de este martes de Diario de Burgos o aquí)