El estallido del caso Errejón ha acelerado el descenso a los infiernos de Sumar. La formación que lidera Yolanda Díaz tratará de avanzar durante esta semana con sus aliados de coalición en la reorganización del grupo parlamentario, donde deberá elegirse un nuevo portavoz en el Congreso, y comenzar a recomponerse de la crisis generada por la dimisión del exdiputado Íñigo Errejón, tras ser denunciado por acoso sexual.
Dentro de esa tarea de volver a juntar los pedazos, la dirección tendrá que confirmar el previsible aplazamiento de su segunda asamblea estatal, fijada inicialmente para el 14 y el 15 de diciembre. No obstante, los procesos congresuales de Galicia y el País Vasco continuarán su desarrollo normal, que culminan respectivamente el 23 de noviembre y entre finales de mes y principios de diciembre.
Además, entre los retos próximos está el intentar mantener el impuesto a las eléctricas, ante los visos de que decaiga el próximo 31 de diciembre, y la negociación para los próximos Presupuestos Generales, que no deben encarar en situación de debilidad, según indican otras fuentes de la confluencia que integra al socio minoritario del Ejecutivo de Pedro Sánchez.
¿Aina Vidal como relevo?
Diversos sectores de la coalición destacan que a lo largo de esta semana, tras el shock del caso Errejón, será el momento para tratar el reemplazo en la portavocía desde la convicción de que ese cargo debe recaer en una mujer.
En esas quinielas figuran como favoritas, según varias fuentes, la portavoz adjunta Aina Vidal, en primer lugar, y también la diputada Verónica Martínez, aunque el criterio del grupo es optar por la serenidad y liberar de presión a cualquier persona que pueda reunir el perfil para un cargo que conlleva alta exposición pública. Además, esa elección deberá congregar un pacto para una reestructuración integral de puestos en el Congreso. «Con el portavoz no habrá problemas», coinciden varios diputados.
Sí está descartado para la dirección del grupo que no se tocarán los dos puestos que dispone la formación en la Mesa del Congreso, que ostentan Esther Gil y Gerardo Pisarello, pero a partir de ahí puede haber cambios en la terna de portavocías adjuntas o de comisión, en función del nuevo portavoz.
De esta forma, será la tercera vez en lo que va de legislatura que Sumar deberá elegir a su principal referencia en la Cámara Baja y el criterio entre las diferentes ramas de la coalición es asentar una estabilidad rota ya en dos ocasiones, primero con la marcha de Marta Lois y ahora con la dimisión de Errejón.
Para este proceso, IU ya ha abogado por una remodelación integral y, sobre todo, aplicar mecanismos de toma de decisión democrática y horizontal, tanto a nivel de grupo parlamentario como de coalición. Y Compromís también se ha alineado en esta postura.
Por su parte, Sumar contempla una decisión concertada con sus socios, aunque el acuerdo de coalición le otorga la potestad de designar el portavoz en el Congreso.
El consenso genérico es que ahora la formación está tocada y que han quedado golpeados por esta crisis, que repercute en toda la izquierda, pero que el proyecto de frente amplio es necesario y solo saldrá adelante desde la cohesión. El secretario general del grupo, Txema Guijarro, fue gráfico al definir el impacto del caso como «una bomba nuclear». La incógnita por despejar es si podrán recuperarse.