30 años de incordio

AGENCIAS
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El carismático 'rockero' Rosendo reúne sus 14 discos de estudio en una caja que contiene sus 30 años de carrera sobre los escenarios

30 años de incordio

Rosendo, el rockero loco por incordiar que lanzó bajo ese título su primer disco en solitario en 1985 tras su paso por Leño, publica hoy una caja con los 14 álbumes de estudio que marcan los jalones de casi 30 años de carrera escrita en «masculino singular», que puntúa modestamente con un «aprobado razonable».«Me reafirmo en mi forma y me siento satisfecho con lo hecho», afirma en una entrevista realizada ayer este músico madrileño de 57 años, que, apremiado por las descargas en Internet y «la devaluación de los CD físicos», recopila su discografía completa «a un precio asequible y pensando en la gente más joven», que no tiene fácil conseguir los trabajos  como hace años.
 

Lleva casi cuatro décadas «en la carretera» defendiendo la esencia y vigencia del rock and roll-«rebeldía, energía y espíritu festivo»- y considera que la suya es una carrera «auténtica» y «coherente».«He hecho concesiones, las que me permite mi educación y mi conciencia», indica en referencia a entrevistas en terrenos donde no se veía. «Pero hay un límite que nunca he querido pasar», añade, y eso que «ha habido oportunidades de subirse al carro», aunque él prefirió hacer siempre lo que le convencía.

Esa llama combativa se mantiene al pasar de Fuera de lugar (1986) a Canciones para normales y mero dementes (2000) o el más reciente A veces cuesta llegar al estribillo (2010), Premio de la Música al mejor álbum, pero se aprecia -como él observa- que los últimos temas suenan «más relajados y dando protagonismo a la voz». Son las mismas inquietudes, pero pasadas por el tamiz de edad y de la experiencia.  

«Soy muy mayor y la gente mayor tendemos a la tranquilidad», defiende este madrileño de pro, que aprovecha los meses de asueto para escaparse a su casa de Burgos, donde aún disfruta del año de descanso que se ha dado, antes de enfrascarse en la preparación de un nuevo disco, que desea lanzar a finales de 2012.

El autor de éxitos como Maneras de vivir, Masculino singular, Nadie sabe el paradero o Harto incluye además en esta nueva caja una joya especial y atípica, el CD+DVD de su concierto en el Palau de la Música de Barcelona.

«Cuando me lo propusieron, no me lo podía creer, pero luego entendí que se integraba dentro de un festival de la guitarra y me vi más acorde», relata el veterano músico, que califica de «orgullo» la posibilidad de haber tocado en ese foro mítico.No importa en cualquier caso que Rosendo toque en el Palau o reciba la Medalla de Oro de las Bellas Artes («le dieron una alegría a mi madre»), porque él sigue presto a denunciar los problemas que, en lugar de ir a menos, se acrecientan, «como la educación o la marginalidad».

PARTIDARIO DEL ‘15-M’. En este sentido, se muestra «absolutamente de acuerdo» con el movimiento del 15-M, aunque no haya querido intervenir, porque entiende que la participación debe ser «anónima».«Lo que cuentan lo vengo diciendo yo desde que era un crío. Me siento currante e identificado con las profesiones que andamos a salto de mata», argumenta el intérprete, que critica también la precaria situación de los circuitos de salas y de la música en vivo en general, que frena el ascenso de bandas emergentes y jóvenes que quieren dedicarse a la música.
 

Y al referirse a ellas, en 2013 se cumplen 30 años de la última gran gira y la disolución de su anterior grupo, Leño, pero él asegura que no hay más proyectos a la vista y que tiene la certeza de que «nunca los habrá».«Las segundas partes nunca han sido buenas y todo lo demás son ganas de sacar provecho», precisa en un alarde de sinceridad. Al recordarle que los dos primeros discos de Leño los produjo el ex presidente de la SGAE Teddy Bautista, uno de los imputados en la investigación judicial por un supuesto desvío de fondos en empresas vinculadas a esa institución, cuenta que hace años que no tiene trato con él, aunque hubo un momento en el que sí tuvieron «una relación muy cercana».
 

«Y habría puesto la mano en el fuego por que Teddy no hubiese hecho algo como lo que se supone que ha hecho. Tampoco se puede lanzar las campanas al vuelo, pero ha sido una decepción», reconoce con un gesto de desencanto este archienemigo de la injusticia con melena desfasada.