Silvia Quintana hizo este miércoles historia en Frías al convertirse en la primera alcaldesa de la ciudad gracias al apoyo de sus dos compañeros de partido. Tras la «inesperada dimisión» del exregidor, Tomás Pérez, asume el cargo con la ilusión de «impulsar la cultura» y «desarrollar algunos proyectos» a corto plazo para garantizar una buena calidad de vida a los vecinos.
Cinco días después de que Pérez presentara oficialmente su dimisión en el Ayuntamiento, la fredense tomó el bastón de mando en un Pleno que apenas duró cinco minutos «sin ningún miedo» porque en los casi dos años de legislatura ha gestionado «bastantes temas municipales» porque había veces que el «alcalde se ausentaba y teníamos que tomar decisiones», aclara. Califica de «bueno» el trabajo realizado hasta el momento por el equipo de gobierno popular, aunque reconoce que «no siempre» se ha desarrollado en sintonía.
Tanto ella como el resto de concejales del PP, Luis María Molinuevo y Francisco Javier Asenjo, se muestran indignados con algunos de los motivos expuestos por Tomás Pérez para justificar su dimisión y desmienten que le utilizaran. «Eso es mentira, sus problemas personales no tienen nada que ver con el equipo. Él fue quien se distanció del resto porque cada uno teníamos nuestras responsabilidades. Al principio trabajábamos bien, pero poco después dejó de atender las propuestas», aclara la regidora. La única condición que planteó el exregidor antes de abandonar el cargo fue que su compañera saliera elegida alcaldesa, un deseo que ha cumplido.
Quintana confía en seguir trabajando en la «misma línea» con su equipo, y a falta de que un cuarto concejal tome posesión en la corporación municipal compuesta por siete ediles tras la renuncia, «la intención es que ocupe el cargo Manuel García López», detalla la política, tomará decisiones opuestas a las que su día aprobó Tomás. Él suprimió el sueldo del alcalde y los concejales, que durante el anterior mandato percibían 500 y 300 euros respectivamente, pero la nueva regidora sí recibirá una retribución mensual por sus funciones porque va a solicitar una «reducción de jornada» laboral con el fin de disponer de más tiempo libre que destinará a la gestión municipal. Por el momento no ha definido el importe, pero comenta que no puede permitirse «perder dinero».
A finales del mes de marzo pretende «inaugurar la renovada área de autocaravanas», la cual cerró hace casi un año y contará con nuevos servicios, y en unos días presentará la «programación cultural y de ocio de todo el año». Aprobar el Presupuesto anual será uno de los retos «más importantes» a los que se enfrenta tras la toma de posesión, aunque la búsqueda de empresas interesadas en ejecutar la rehabilitación del convento de Vadillo para transformarlo en un auditorio también supone un desafío importante. Desvela que tiene un as bajo la manga que empleará para ejecutar un proyecto en la «Casa de Cultura» y afirma que la «reforma de varias calles del centro está garantizada».
Sin miedo al presente ni al futuro, Silvia Quintana se siente «muy segura» porque a pesar de considerar que tiene «mucho que aprender» en este tiempo ha invertido horas en «escuchar y recibir asesoramiento». Gobernará «para todos y en beneficio» del municipio y está dispuesta a «escuchar a todos».
Oposición. María Ángeles Bergado y Sergio Íñiguez, dos de los tres ediles de la oposición, no participaron en la votación al considerar que el Pleno no era «legítimo» y abandonaron la sala malhumorados porque no tuvieron la oportunidad de compartir su opinión al resto de la corporación.