Santo Domingo de Silos celebra un año más su tradicional Fiesta de los Jefes, donde recrea la labor que llevó a cabo el pueblo para liberarse del ataque musulmán tras simular un incendio. Este evento, que reúne en cada edición a miles de personas, se remonta a 1880, y aunque dejó de celebrarse en torno a 1963, volvió a las calles de la localidad en 1999. Hoy es una de las fiestas más populares de la provincia y está declarada de Interés Turístico de Castilla y León.
El pueblo de Santo Domingo de Silos no olvida su historia, y la leyenda cuenta que durante la invasión musulmana de la Península, un ejército puso sito a la villa. Un vecino del pueblo fue el encargado de idear un plan para conseguir su marcha, y simuló un incendio que destruiría varios de sus bienes, de forma que el enemigo decidiese abandonar estas tierras.
Dicho y hecho. Aprovechando la oscuridad de la noche, encendieron varias hogueras y hicieron resonar por todo el pueblo gritos de alarma, así como cencerros en estampida. La estrategia fue un éxito y el ejército musulmán abandonó el pueblo burgalés.
Uno de los actos más llamativos tuvo lugar en la tarde de ayer, y es el tradicional de Las Crestas o Corrida de Gallos, donde los Jefes y jinetes, a lomos de sus caballos, intentan atrapar los trofeos (chorizos y morcillas) que colgaban de una soga. Después, fue el turno de la Carrera de San Antón, donde Los Jefes y vecinos del pueblo, a lomos de sus equinos, compitieron por llegar los primeros a la meta.
Los festejos continúan este domingo.