El mantenimiento es la única fórmula que permite conservar cualquier infraestructura en buen estado y más si está al aire libre. El paso del tiempo hace mella y también el uso como sucede con las pasalelas peatonales que permiten cruzar el río Arlanzón. Las situadas entre los Trampones y el estado municipal de fútbol de El Plantío se repararon tras años en un estado deplorable y ahora le toca el turno a la de Capiscol, frente al colegio Claudio Sánchez Albornoz. 

Las obras comenzaron este lunes y se prolongarán al menos durante una semana, lo que ha obligado al cierre. El problema no es solo que la pintura se haya deteriorado sino que las partes metálicas presentan problemas de corrosión en diferentes partes, rotura de las barras laterales y también de las que rodean la rampa o las escaleras para acceder a la pasarela. Trabajadores de la empresa Cierres Metálicos Burgos, que tiene adjudicado por el Ayuntamiento el contrato de suministro y colocación de cerramientos metálicos y barandillas metálicas y barandillas, realizaron los trabajos de sustitución de la estructura empleando para ello grandes máquinas ubicadas en la orilla del río. 

La rotura de las piezas puede producir accidentes si alguien introduce el pie o la mano, dado que son elementos cortantes y son numerosas las personas, adultas y menores, las que a diario utilizan estas pasarelas a lo largo del río para cruzar de uno a otro lado. 

Hace tres años se eliminó otra pasarela metálica a escasos metros de esta para construir otra nueva de anchura variable con un máximo de hasta siete metros en los extremos y cinco en el centro para facilitar el tránsito hacia Fuentes Blancas. También hace un año se renovó una parte de la barandilla del río con la actuación llevada a cabo en el puente Bessón como consecuencia de un hundimiento. 

Recientemente los bomberos colocaron un vallado protector, que posteriormente se reforzó con otro, en la barandilla del río junto a la altura de Palencia debido al mal estado que presentaba y desde el Grupo Municipal del PPexigieron su arreglo inmediato. 

En el puente de San Amaro estuvo durante meses una valla de bomberos hasta que se reparó parte de la estructura metálica que se había roto. 

Desde hace tiempo se viene reclamando al área de Vías Públicas, de la que dependen puentes y pasarelas, por parte de diferentes grupos políticos que elabore un estudio sobre el estado de cada uno de ellos para posteriormente ir priorizando las actuaciones pero el mandato se acaba y no se ha realizado.