El subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, recibió ayer en su despacho a los alcaldes de Revilla del Campo, Los Ausines, Campolara y Torrelara para abordar los problemas de conservación y estado de la Vía Verde Santander Mediterráneo en el trazado comprendido entre Cojóbar y Cascajares de la Sierra.
La reunión, que solicitaron los propios regidores tras denunciar la situación de este tramo en Diario de Burgos, ha supuesto un punto de partida para poder encontrar alguna solución a los inconvenientes que recriminaron públicamente en este medio. Al nefasto estado del firme y su mala ejecución se suma, además, la dificultad de asumir económicamente el gasto de su cuidado.
En este primer encuentro, los representantes municipales expusieron al subdelegado el asunto para que conociera la realidad de este tramo, de unos 40 kilómetros de longitud.
Pedro de la Fuente les emplazó, según los regidores, a próximas reuniones «no dentro de mucho tiempo», y en las que se irán vislumbrando que opciones surgen para solventar la situación de este camino natural. Lejos de atraer cicloturistas, está suponiendo un quebradero de cabeza para algunos de sus ayuntamientos, ya que mantienen que no pueden hacer frente al gasto de las labores de mantenimiento ni de acondicionamiento de un suelo cuya obra nunca debió recepcionarse según alguno de ellos.