Dice el refranero español que hasta que no pasa el último cura no se acaba la procesión. La sabiduría popular habla desde la experiencia, pero hay momentos en los que es difícil contener la ilusión cuando los objetivos están tan cerca, más en un terreno tan emocional como el deporte. Tras la victoria del Silbö San Pablo ante el Zamora y la derrota del Estudiantes, buena parte del Coliseum empezó a hacer cábalas sobre cuándo y dónde tendrá lugar el ascenso.

La fecha señalada no conseguía poner de acuerdo a los hinchas azulones porque en una liga como la Primera FEB puede pasar de todo, pero la mayoría coincidía en que el San Pablo subirá directo. ¿Cómo va a perder al menos 3 partidos en 6 jornadas si en las 28 anteriores ha cedido solo en 2?

En estos momentos, es el líder de la clasificación con 3 triunfos de renta sobre el Fuenlabrada y el Estudiantes, sus más inmediatos perseguidores. En el caso de que el San Pablo cumpla en sus dos salidas a Oviedo y Torrelavega, podría ascender de forma directa el 23 abril en la visita del Fuenlabrada al Coliseum. Para ello, tendría que ganar ese día y que el Fuenlabrada venciera al Estudiantes el 19 abril.

Si por el contrario es el Estudiantes el que se lleva el derbi madrileño, el San Pablo no podría certificar el ascenso el 23 de abril. Debería ganar ese día al 'Fuenla' y volver a salir victorioso el domingo 27 en la cancha del Gipuzkoa. Entonces, sí tendría el ascenso en el bolsillo porque quedarían solo 2 jornadas y gozaría de una renta de 3 triunfos sobre los colegiales.

Tomando como referencia la trayectoria del San Pablo este curso, todo apunta a que sellará el ascenso directo dicha semana, pero en el caso de fallar en alguno de los compromisos previos podría demorarse la espera a la penúltima jornada en Menorca o incluso a la última contra el Estudiantes en el Coliseum. Todavía es pronto para lanzar las campanas al vuelo, aunque parece muy complicado que se le pueda escapar el billete a la ACB.