La incidencia acumulada de contagios por coronavirus en la capital experimentó el miércoles un ligero repunte, tanto en comparación con los 14 como con los 7 días previos, que son los dos períodos de los que se sirve la autoridad sanitaria para analizar la evolución epidemiológica en el territorio. Entre los once centros de salud urbanos notificaron el miércoles 18 infecciones, 9 de ellas en el José Luis Santamaría (Casa La Vega), que se pone a la cabeza en número de contagios declarados. Sin embargo, como es un centro de salud muy grande (tiene un cupo de más de 25.000 tarjetas) esa circunstancia no dispara la tasa  de infección por cada 10.000 habitantes, pero sí la ubica bastante por encima del umbral que determina el riesgo alto de transmisión (más de 5 contagios por 10.000 tarjetas; en este caso son 13 en las dos semanas previas y 9 en la anterior). 

Esa situación se repetía ayer en Santa Clara, San Agustín, Cristóbal Acosta, López Saiz y Comuneros, pero la consejera de Sanidad, Verónica Casado, volvió a alejar la posibilidad de un confinamiento inminente para la capital al afirmar que el virus no está descontrolado, que es a lo que se alude cuando se habla de ‘transmisión comunitaria’.

Y otro tanto sucede en las áreas sanitarias de Roa y Belorado; «preocupantes» porque tienen un incremento constante de positivos en SARS-CoV-2, pero, por ahora, con focos de contagio localizados.

En la comparecencia celebrada en Valladolid tras el Consejo de Gobierno de la Junta subrayó que el aislamiento generalizado es una posibilidad que existe, pero descartó que vaya a decretarse «en las próximas horas» en la capital burgalesa, pero tampoco en la vallisoletana o en la salmantina, donde la situación es bastante semejante a la que se vive en Burgos.
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