La ciudad dormida

I.E.-G.G.U.
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El toque de queda se impone con orden en toda la capital. Los bares cierran a las 22 horas y la Policía Local y Nacional peinan las calles para mandar a sus casas a los más rezagados

A las diez de la noche entró en vigor el toque de queda para todos los ciudadanos de Castilla y León. - Foto: Luis López Araico

Pese a que a media hora antes del toque de queda las calles y los bares estaban bastante animados -no con la gente de otros días con mejor temperatura- en pocos minutos la ciudad fue vaciándose, a medida que los camareros de los bares apilaban mesas e instaban a su clientela a abandonar los locales. Poco a poco los luminosos de los establecimientos hosteleros se apagaban y las sirenas de los vehículos policiales hacían acto de presencia en las zonas de ocio para controlar que se respetaba el toque de queda. A los más rezagados los agentes tuvieron que amenazarles con multas -de hasta 600 euros serán- si no se iban a su casa, aunque en los primeros momentos no denunciaron. Por regla general, dieron tiempo a los encargados y empleados de los bares a que recogieran ya pasadas las 22 horas.

La Policía Local y la Nacional han sumado más patrullas a la noche de hoy para vigilar la ciudad, con el fin de llegar a todos los rincones para impedir botellones y reuniones a partir de las 22 horas y hacer respetar el toque de queda.  En el centro de la ciudad, Llanas y Huerto del Rey, la hostelería recogió y cerró en tiempo récord. Si a las 21,45 todavía permanecía gente en el interior de los locales en poco menos de 10 minutos se produjo la desbandada. En las Bernardillas, tres cuartos de lo mismo. Las dotaciones policiales peinaron después ambas zonas de copas para advertir a los más rezagados de que debían abandonar las calles. A más de un ciudadano que paseaba con su perro le tuvieron que advertir de que no está permitido -con animales o sin ellos- estar lejos de casa durante la prohibición. Durante los próximos 13 días continuará vigente el toque de queda entre las 22 horas y las 6 de la madrugada.