Tomó las riendas del PP en Miranda a principios de 2023, justo antes de las elecciones en las que estuvo cerca de empatar con el PSOE, y ahora Sergio Montoya está centrado en reclamar tanto al Estado como a la Junta las inversiones pendientes en materias como infraestructuras o educación. Eso sí, sobre todo exige cambios al Ayuntamiento, en el que su «alcaldesa ya ha gestionado 450 millones de euros» pero no ha impulsado ningún proyecto «relevante» pese a la ola de fondos europeos.
¿Cómo han sido estos dos años liderando la oposición en Miranda?
Han sido intensos y productivos. Han estado marcados por unas elecciones en las que hemos recortado 3.200 votos al PSOE y casi empatamos con ocho concejales. Fue un salto importante y es un paso previo para tratar de alcanzar la Alcaldía.
En 2023 estaba frustrado porque la ciudad no aprovechara sus oportunidades. ¿Esa frustración sigue ahí?
Ha aumentado, porque estoy en una posición en la que manejo más información, estoy con más gente y me involucro más. Veo que Miranda, mi ciudad, tiene muchas más posibilidades de lo que se está haciendo. Se asfalta una calle, se pinta una plaza, pero tenemos un presupuesto de 43 millones de euros, una posición inmejorable y unos recursos increíbles, y no se aprovecha. Por ejemplo, Ebrovisión, el Mirandés o la Cofradía de San Juan del Monte son referentes nacionales, pero el Ayuntamiento no está a la altura de esas entidades que elevan el nombre de nuestra ciudad.
¿La entrada de IU-Podemos en el gobierno ha supuesto un cambio?
Si vemos la Miranda de hace dos años y la de hoy es más de lo mismo. Es frustrante ver con buenos ojos que entraban dos partidos nuevos y que su aportación no haya sido el revulsivo esperado. Decían unas cosas en la oposición y ahora que tienen capacidad de hacerlas no las están haciendo. Su entrada ha sido como un azucarillo que se ha disuelto en una piscina, no en un vaso.
Ebrovisión, el Mirandés o la Cofradía de San Juan son referentes nacionales, pero elAyuntamiento no está a su altura»
Muchos cambios dependen del Presupuesto. ¿Qué espera para 2025?
Muchas cosas dependen del Presupuesto, pero también de la fuerza que tengas, de la pericia y de los proyectos que presentes, porque hay una gran oportunidad para obtener ayudas europeas y muchos municipios las logran porque tienen buenos proyectos, y ese es el gran fallo de esta ciudad, que no hay una visión para los próximos 30 años. Volviendo al Presupuesto, pasamos unas propuestas y nos han dicho qué piensan de ellas, pero no hemos visto nada concreto. No sabemos nada de qué va a ser este Presupuesto y eso es una buena imagen de qué pasa, porque estamos ya en febrero.
En el equipo de gobierno dicen que el retraso no se debe a las negociaciones o fricciones entre partidos.
Es normal que haya tiranteces, pero en este equipo de gobierno hay más que tiranteces. Nosotros apostamos a que no va a acabar la legislatura. El retraso es algo ya recurrente.
¿Qué puntos generan más división?
Hemos visto lo de personal o la regulación de camiones en Los Corrales. Hay descoordinación en general dentro del equipo de gobierno. No soy quién para hablar de ello, pero intuyo que hay fricciones importantes.
¿Qué proyecto es imprescindible?
Ese es el problema, que no veo qué se quiere de la ciudad. Que la mayor inversión la haga el Mirandés, y encima no se le haya echado una mano durante tanto tiempo, dice mucho de lo que se está haciendo, cuando en municipios como Aranda o Burgos hay proyectos transformadores. Nosotros ya nos limitamos a pedir cosas básicas, como el recinto ferial, mejoras en el Polideportivo, bajar la carga fiscal o crear un anillo verde. Se trata de hacer una ciudad más amable para vivir.
Mencionaba Aranda, donde el gran proyecto es el nuevo hospital, que depende de la Junta. ¿Qué le deben otras administraciones a Miranda?
Hay que reclamar a todas. No puede ser que cuando la Junta invierte en Miranda se dice bajito o no se dice. Al Gobierno de España hay que preguntarle qué pasa con la AP-1, con el AVE, con el tercer Juzgado, con el médico forense, con El Bullón, con las vacantes en la Policía o la Guardia Civil, con el Corredor Atlántico, con los talleres de Renfe, con la ampliación de las plazas MIR... El Gobierno de España tiene muchas necesidades por cubrir. Y también hay que reclamarle a la Junta, porque necesitamos un centro de educación especial. Lo he visitado y cuando se inauguró estaba bien dotado, pero ha pasado el tiempo hay más niños, por lo que se necesita más espacio.
En este equipo de gobierno hay más que tiranteces. No va a acabar la legislatura»
¿Y se les va a dar más espacio?
Estamos luchando para eso. No depende de mí y no puedo garantizar que la Junta lo vaya a poner, pero la idea se ha recibido bien. He hablado con el presidente de la Junta y con la consejera de Educación para trasladarles la necesidad de un centro de educación especial, y lo han aceptado de buen grado, hasta tal punto que han venido a Miranda los responsables que se encargarían de hacerlo. Creo que se va a hacer y me comprometo a darlo todo para ello.
La Junta también tiene mucho que decir en la política industrial...
Sí, pero la Junta ha invertido casi cien millones de euros en el polígono industrial más grande de Castilla y León. Ahora ese suelo se va cubriendo y toca exigir El Bullón. La Junta planificó para muchos años y pedimos al Gobierno que haga lo mismo. Además, hablando de industria, desde que Aitana Hernando entró como alcaldesa ha bajado un 11% el número de industrias, mientas en España sube un 2,15%. Y estos no son autónomos, sino industrias como tal, porque han pasado de 138 a 112, y vinculadas a la construcción han bajado de 279 a 204. La labor de Miranda Empresas es buena, pero hay que complementarla y debe centrarse en algo más que logística.
¿Cómo se puede complementar?
Miranda Empresas debe estar mejor dotada, está justa de efectivos. Además, la oficina de captación de fondos ha sido un chiste, porque se dotó con 200.000 euros y no ha existido. Hemos exigido en el Presupuesto que haya una colaboración público-privada porque hay muchas empresas que se dedican a ello.
¿Se ha aceptado esa propuesta?
No lo sabemos. Es una petición fundamental, más ahora con el dinero que hay en circulación. El momento era hace tiempo y hemos dejado pasar años, pero hay que ponerse a ello.
La oficina de captación de fondos ha sido un chiste, no ha existido»
Puede ser clave para el patrimonio, porque tras el Castillo y el Apolo no se han visto muchos cambios.
Esta alcaldesa ya ha gestionado unos 450 millones de euros, pero no ha pasado nada relevante en la ciudad. Hay temas pendientes, como el Casco Viejo, que es el gran olvidado. Hemos pedido que se invierta de verdad allí, porque son nuestras raíces. Y también hay que preguntarse qué se invierte en cultura, porque en el edificio más antiguo, como es la ermita de San Antón, no se invierte nada. Tampoco se hace nada en turismo. Hay que impulsar cosas como la iglesia de San Juan, que se está comprando, pero se lleva comprando años. No podemos tardar diez años en comprar unas casas.
Parece que el listado de temas pendientes es muy largo.
Y no hemos hablado de la piscina climatizada. Ni de la inseguridad y el conflicto de la Policía Local. O de qué está pasando con la carga fiscal, que no para de crecer, o con la suciedad, la falta de iluminación, el cementerio, la plaza de Alfonso VI...
En la plaza sí que se ha avanzado.
Y me alegro, pero llevamos mucho tiempo con ello y es el único tema en el que se ha avanzado. Porque, ¿qué está pasando con el suministro de agua, los jóvenes o la vivienda?
Se ha pedido a la Junta que haga viviendas públicas en el Casco Viejo. ¿Le convence la idea?
La Junta ya va a construir casi 30 pisos para jóvenes y ¿qué hace el Ayuntamiento? Es el mayor tenedor, con casi 50, pero están okupadas o infrautilizadas. Siempre pedimos al otro, pero no cuidamos lo nuestro.