La solución planteada para la plaza Santiago no convence

C.M. / Burgos
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Integrantes del Grupo de Investigación Ausinco de la UBU y técnicos municipales han hecho sugerencias a la propuesta para acertar en el arreglo

Las fisuras en el pavimento han ido creciendo con el paso del tiempo y se mantiene acotada la zona en la que se realizó la cata para evaluar el problema. - Foto: Valdivielso

Los técnicos del área de Urbanismo y del grupo de investigación Auscultación, Instrumentación y Control de Estructuras de la Universidad de Burgos (Ausinco), al que el Ayuntamiento contrató para que prestara asesoramiento, ya han analizado el proyecto elaborado por la empresa EIC para la reparación de las deficiencias de la plaza Santiago. La solución no convence tras estudiar el documento y se ha pedido a los redactores que realicen una serie de cambios. 

El proyecto fue informado en un primer momento por Ausinco, dado que sus integrantes son especialistas en el análisis de la fatiga del hormigón, y posteriormente por los servicios técnicos. «Vamos a proponer unos cambios para que les introduzcan y la solución sea la mejor y termine con los problemas de goteras y filtraciones en el aparcamiento subterráneo y las fisuras en la superficie de la plaza», según avanzó el concejal de Urbanismo, Manuel Manso, tras conocer los informes de ambas partes y reunirse con los ingenieros municipales. 

Se espera que EIC, que fue la ingeniería que elaboró el proyecto en base al cual se remodeló la plaza, incorpore las modificaciones en las próximas semanas para que posteriormente se pueda elaborar el pliego de condiciones para sacar la obra a concurso. El objetivo es culminar la licitación este año, dado que se cuenta con partida en el presupuesto (250.000 euros) aunque las obras no arrancarán hasta 2025 como ya publicó este periódico. Los técnicos han recomendado dejar pasar los meses de invierno y no intervenir hasta primavera ya que, entre otras cosas, será necesario actuar en las juntas de dilatación y lo mejor es no tocarlas en esas circunstancias.

En el área de Urbanismo, no obstante, no se quieren limitar a las obras para la reparación de las deficiencias (asunto que no es menor) y quieren aprovechar para realizar alguna mejora más desde el punto de vista funcional y estético, ya que entienden que la plaza ha quedado un poco desangelada. Aún está por concretar el alcance de esa mejora, que afectará al mobiliario urbano, aunque se estima que el desembolso total (incluidos los arreglos) podría irse hasta los 350.000 euros. «Los vecinos nos han pedido que instalemos más bancos al considerar que los que hay son insuficientes y atenderemos su demanda. Algunos serán similares a los existentes y otros tendrán respaldo», añadió, al tiempo que señaló que debajo de algunos de ellos se instalarán rejillas de ventilación.

Una fallida reforma. Cabe recordar que la fallida remodelación de la plaza Santiago, que se inició en verano de 2020 y concluyó en septiembre de 2021 con un coste de 2 millones de euros, tiene tres deficiencias: la persistencia de al menos cuatro goteras en el aparcamiento subterráneo, la aparición de enormes fisuras en la superficie y pequeños abombamientos en diferentes puntos del espacio público. 

El Ayuntamiento tiene que afrontar su reparación después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 2 desestimó la demanda de lesividad en relación con la recepción de las obras realizadas en septiembre de 2021, es decir que rechaza anular la misma y retrotraer el procedimiento. El juez consideró que no había ninguna razón de interés público para que la administración local se quisiera «desdecir» de un acto administrativo propio y «ligado a una obra ya en ejecución de sentencia».

Por un lado, alegó que los propios técnicos municipales de Fomento dejaron claro que el cambio del asfalto fundido pulido recogido en el proyecto por la mezcla bituminosa en caliente «no guarda relación alguna con la existencia de la patología en la obra ni con la existencia de goteras (o fisuras del pavimento)». Este extremo fue «confirmado» por otro emitido por la Universidad de Burgos, encargado a instancia del propio Ayuntamiento. También se descartó la responsabilidad de la adjudicataria, Construcciones Ortega, al haber ejecutado las obras en base al proyecto y atendiendo a los criterios de la dirección facultativa y los técnicos municipales. Los problemas se achacan a la «compleja» respuesta de los forjados a las variaciones térmicas.