Los agentes sociales y el Gobierno están debatiendo la propuesta de Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Ejecutivo y ministra de Trabajo, de reducir las actuales 40 horas semanales a 38,5 en 2024, mientras que el año que viene el objetivo sería recortarlas hasta las 37,5 para plantear después llegar al umbral de 35 o, incluso, 32 horas.
En este contexto, ocho de cada 10 trabajadores en España se muestran a favor del ajuste a 35 horas semanales siempre que no suponga una merma en sus nóminas, según la VII Encuesta de percepción social de la innovación en España (EPSI) de Cotec y Sigma Dos.
La gran mayoría de los asalariados no muestra preocupación por los posibles efectos negativos de rebajar el tiempo de trabajo, pero entre los que sí la tienen, la reducción del sueldo que podría llevar asociada es su primera inquietud, con un 35% de los consultados. Le siguen la pérdida de beneficios empresariales (32%) y la de competitividad del país (29%).
El análisis pone también de manifiesto que muy pocos empleados dudan que esta reforma mejoraría su calidad de vida y consideran que no afectaría a su motivación ni a su productividad.
Más allá de posibles medidas legislativas, la mayoría de los ciudadanos, en concreto el 61%, declaró que la reducción de la jornada laboral llegará como consecuencia del cambio tecnológico. Este porcentaje es 16 puntos superior al obtenido hace cinco años.
Así, mientras que en 2018 empataban los que defendían que el cambio tecnológico reduciría las horas de trabajo (45%) y los que decían que no traería grandes reformas (43%), la diferencia hoy es de casi 34 puntos, pues los que creen que no habrá modificaciones bajan al 27%.
Preguntados por cómo preferirían que se aplicara este ajuste semanal a 35 horas, seis de cada 10 (61%) votó por concentrar el trabajo en cuatro días, mientras el resto señaló que prefiere mantener los cinco días, pero trabajando menos horas en sus jornadas.
Según las conclusiones, en este punto aparecen grandes diferencias por edades. Así, la semana de cuatro días es la preferida por un 69% de los menores de 30 años, porcentaje que desciende hasta el 51% entre los mayores de 65 años.
Se trata de un análisis que pregunta anualmente a la población española cómo percibe el cambio tecnológico y el impacto que tienen en su vida personal y profesional la Inteligencia Artificial (IA), los robots o los algoritmos.
Entre las conclusiones, el 62% de los españoles estimó que la mayoría de los puestos de trabajo actuales serán desempeñados por máquinas de aquí a 15 años, si bien, todavía hay un 47% que piensa que «de ninguna manera» un robot podrá sustituirle en su actividad, porcentaje que en 2019 era del 63%.
Este último dato ofrece diferencias en función de que el encuestado desempeñe sus tareas en el sector público o el privado. Así, el 53% de las empresas de la Administración piensa que no le puede sustituir una máquina, frente al 45% de los empleados del sector privado.
Tecnología
Por otra parte, el informe revela que el 54% de los españoles piensa que la tecnología crea más empleo del que destruye y, de hecho, la distancia con los que opinan lo contrario (39%) es la más alta en las siete últimas ediciones.
Sobre el teletrabajo, el 16% de los asalariados por cuenta ajena y el 32% de los autónomos afirman practicarlo. El 96% de los teletrabajadores se siente capacitado para esta modalidad de empleo, el 89% opina que no disminuye su productividad y el 88% defiende que mejora su conciliación personal.
El estudio concluye asegurando que el 80% considera que la inversión pública en I+D+i en España es insuficiente y sitúan esta partida como su cuarta prioridad de gasto público, solo por detrás de Educación, Sanidad y Pensiones.