Gestionar equipos y motivar a los trabajadores no es una tarea fácil, especialmente en el caso de grandes empresas que cuentan con una dimensión internacional y en un entorno tan cambiante como el actual y, todo ello, poniendo el foco en una cuenta de resultados positiva. Ocho directivas de compañías industriales enclavadas en Burgos ofrecieron ayer detalles sobre su modo de trabajar con el objetivo de servir de inspiración a futuras generaciones en la jornada 'Mujer e Industria' organizada por Polo Positivo, una aceleradora de proyectos industriales, y el Ayuntamiento de Burgos, que se celebró en el Fórum Evolución. 

Aunque la mayoría de ellas reconocieron que en su trayectoria no han sufrido discriminación por ser mujeres, todas coincidieron en que este hecho aporta una forma diferente de trabajar. «Las mujeres de forma natural tenemos más inteligencia emocional que los hombres. Valoramos más las relaciones, somos más empáticas y menos agresivas y ello a la hora de formar equipos es muy positivo. Además, aportamos más positividad, optimismo y tranquilidad», aseguró Camille Greene, consejera delegada de Campofrío Frescos, que participó en la mesa redonda Competencias para liderar un comité de dirección industrial junto a Blanca García, directora gerente de Cerámicas Gala; Inés Fernández, directora de productos capilares de L'Oréal; y Aída Jimeno, directora de operaciones de ITW Duo Fast.

En este sentido, Aida Jimeno apuntó que es a la hora de comunicar decisiones difíciles donde se nota más la diferencia entre hombres y mujeres. «Pienso que ello está ligado a la inteligencia emocional, dado que podemos ser más asertivas». 

De i. a d., la moderadora Cristina Pérez Villegas, Blanca García (Gala), Inés Fernández (L’Oréal), Camille Greene (Campofrío Frescos) y Aída Jimeno (ITW). - Foto: Alberto Rodrigo

Para Inés Fernández lo importante es el equipo y adaptarse a los cambios. «Es fundamental que el líder diseñe la estrategia con su equipo, que conozca la diferencia que hay entre las personas, motive y ponga a las personas por delante para que puedan decidir». 

Finalmente, Blanca García aseguró que ser un líder no depende del género ni tan siquiera de ocupar el puesto más alto. «Todos vemos líderes en las organizaciones que no están en la dirección, pero que tienen las suficientes habilidades para movilizar a las personas, para crear valor en su equipo. El ser un buen líder depende del equipo y de las habilidades no del género». 

Todas estas directivas dirigen grandes empresas con cientos de empleados y aseguran que tratan de implantar buenas prácticas, crear ambientes positivos de trabajo y a la vez poner al cliente en el foco.

Eugenia Clemente, de Aciturri (c), y Carmen Pinto, de Grupo Correa (d). - Foto: Alberto Rodrigo

De hecho, en la charla pusieron de manifiesto que no se encierran en sus despachos sino que bajan a las líneas de producción e, incluso, organizan desayunos con 15 o 20 trabajadores para conocer sus inquietudes y celebran con ellos la consecución de objetivos y proyectos. «Los trabajadores tienen que vernos», indicó Camille Greene. 

Formación e industria. Sobre la importancia de que los estudios universitarios y de formación profesional estén acompasados con las necesidades de las empresas también se habló en la jornada. Fue en la mesa redonda Escenario industrial de la provincia de Burgos y las oportunidades para desarrollar el talento en el sector industrial en la que participaron Eugenia Clemente, consejera delegada de Aciturri Aeroestuctures, y Carmen Pinto, consejera delegada del Grupo Correa. «Hay que tener una colaboración activa con la UBU y los centros de formación profesional para poder retener el talento y formar equipos abiertos al aprendizaje continuo», apuntó Pinto.

En este sentido, Clemente subrayó la importancia de contar con una formación actualizada para hacer un cambio generacional. Ambas pusieron en valor la industria de Burgos aunque coincidieron en falta «visibilizarnos más». 

La alcaldesa, Cristina Ayala, inauguró el acto y el director general de la Fundación Caja de Burgos, Rafael Barbero, lo clausuró.