La Policía Nacional ha abierto una investigación sobre una pelea en la que presuntamente se vieron involucrados tres jugadores del Burgos CF y en la que un burgalés de 37 años resultó herido grave -pasó 4 días en la UCI- tras recibir un golpe en la boca, caerse de espaldas y sufrir una fractura craneal. La Comisaría ha tomado ya declaración a Diego Cervero y a Asier Goti, y hará lo propio estos días con Aitor Aldalur. El día de la reyerta estaba con ellos una cuarta persona, que podría ser del equipo técnico del club.
Los hechos, que todavía no han sido judicializados, ocurrieron en la madrugada del pasado 16 de mayo. El hombre que terminó ingresado en el HUBU y un compañero de trabajo cogieron el coche y enfilaron la calle Vitoria. En un semáforo, otro automóvil se les colocó al lado y sus cuatro ocupantes -los tres futbolistas y esa cuarta persona- intercambiaron gestos intimidatorios con los dos hombres que iban en el otro vehículo. Cuando se puso el disco en verde, los dos turismos salieron a escape con los dos conductores picados. A la altura del número 87 de la calle Vitoria, el coche en el que iba de copiloto el que resultaría herido grave se cruzó por delante del otro y le obligó a frenar.
Del primer automóvil salió el conductor y del otro se apearon dos de sus ocupantes, tras lo cual se inició una pelea entre los tres. A los tres o cuatro minutos el acompañante del primero se bajó para, según su versión, pedirles desde una distancia de unos siete metros que dejaran de pegarse. Cuando aún estaba fuera, alguien -que tuvo que bajarse del coche en el que iban los jugadores- le pegó un puñetazo en la boca y lo derribó, también según su declaración. Tras ello, comenzó a convulsionar y quedaba en estado de inconsciencia. A eso de las 3 de la mañana era ingresado en la UCI del HUBU.
La versión que han dado los futbolistas, según ha podido saber este periódico, es que en mitad de la trifulca fue el propio amigo del herido el que sin querer le pegó un codazo en la boca, tras lo cual cayó al suelo y se golpeó la cabeza. Esa persona habría declarado que él solo vio a su compañero de trabajo tendido en el suelo, pero no supo qué había ocurrido.
La Brigada de la Policía Judicial trata de poner orden en todos estos testimonios y busca otras evidencias -como grabaciones de alguna cámara de tráfico o de algún establecimiento- con el fin de determinar si fue una agresión la que acabó con este burgalés en el hospital y, de ser así, quién es el autor. Porque podría ser investigado por un delito de lesiones graves, en principio.
El herido ya ha sido dado de alta y se recupera del traumatismo craneoencefálico severo, que le provocó una crisis epiléptica, un hematoma epidural y una hemorragia subaracnoidea.