La localidad abulense de Cebreros, de la mano de la Junta y la Universidad Católica de Ávila (UCAV), reivindicó el legado político del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez y llamó a mantener vivo su espíritu de consenso, diálogo y defensa de la Constitución. Su población natal acogió este viernes un simbólico y emotivo acto de homenaje enmarcado en el décimo aniversario del fallecimiento de esta importante figura de la historia reciente de España, el considerado artífice de la Transición, que contó con la intervención de su hijo, Adolfo Suárez Illana.
En la cita, desarrollada en el Cabildo de Cebreros ante autoridades y estudiantes de la UCAV y del instituto Hermenegildo Martín Borro de la localidad, también participaron la rectora de la UCAV, María del Rosario Sáez Yuguero, el alcalde de Cebreros, Pedro Muñoz, y el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, quien destacó la Constitución de 1978 como el fruto más preciado de la Transición y realizó un llamamiento a respetar esta norma jurídica, garantía de los derechos y las libertades en la España democrática. "Es algo por lo que hay que seguir luchando, hay que seguir defendiéndola", animó.
Tras una visita guiada al Museo de Adolfo Suárez y la Transición (MAST) y un breve paso por la reformada casa natal de Suárez en el municipio, Suárez Illana mantuvo un encuentro con los estudiantes. Con la idea de responder a "lo que los estudiantes pregunten y acompañarles en el diálogo", su idea pasaba por trasladar "con insistencia un mensaje" que era "básico en Adolfo Suárez", el de que "nada está definitivamente ganado y nada está definitivamente perdido, que todo depende de nuestro esfuerzo y nuestra capacidad para enfrentarnos a los problemas".
"Ni la Guerra Civil ni la Transición fueron hechos históricos inevitables, sino que fueron el esfuerzo de muchos en un caso para enfrentarse y en otro para entenderse, y que es mucho más difícil entenderse que enfrentarse; el entendimiento requiere más gente y más inteligencia que el enfrentamiento", remarcó, para añadir que "hay que fijar objetivos comunes como nación y aceptar sacrificios personales para que todos alcancemos esos objetivos", comentó.
Antes de situarse frente a los estudiantes que llenaron el foro, en un coloquio conducido por la directora de La 8 Ávila, Patricia Carrera, el consejero de Presidencia inauguró el homenaje que enmarcó en "el refuerzo de la memoria democrática", un concepto que "no es solo acordarse de la Guerra Civil, criticar a la Dictadura o recuperar los cuerpos para el descanso", sino que también pasa por subrayar "el Estado social, democrático y de Derecho contemplado en la Constitución de 1978, en un periodo clave que nos permite estar donde estamos".
González Gago destacó la importancia de la Transición y el legado, basado en el consenso, de Adolfo Suárez, "una figura insigne de la política española, especialmente de la más historia más moderna". En este marco, pidió a los jóvenes que valoren esa figura y comprenden que la estabilidad de la democracia requiere de un esfuerzo permanente. Un llamamiento más necesario, si cabe, en una época no exenta de "amenazas y desafíos" a la Carta Magna.
El consejero de la Presidencia señaló que la Constitución española "es una verdadera norma jurídica, reconocedora de derechos y libertades y de aplicación efectiva y necesaria, recordando que es un instrumento amplio, pero, al mismo tiempo "no puede ser un instrumento completamente abierto, movible y sin límite alguno ante determinadas necesidades".
Artículo 1
Así, recomendó especialmente el artículo 1 del texto, que resume los principios esenciales cuando dice que "España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho". De esta afirmación extrajo varias conclusiones. La primera, que el hecho de que España sea un Estado significa que existe "una estructura que organiza la convivencia de sus ciudadanos" y prevé la existencia del Estado de las Autonomías. Aquí mostró su preocupación por las dinámicas actuales que ponen en cuestión a esta realidad, como "atribuir el concepto de nación a otra realidad territorial que no sea España.
En cuanto al Estado social, señaló que garantiza que el desarrollo económico se orienta hacia el bien común, algo que "no es compatible con la condonación de deudas públicas, la cesión de ingresos tributarios a modo de cupo o la delegación de determinadas competencias exclusivas del Estado".
Del Estado democrático trasladó que prevé la participación directa de los ciudadanos en los asuntos públicos, en libertad e igualdad, pero "la democracia en abstracto no existe, deriva de la norma jurídica de la Constitución y no se puede invocar para justificar cualquier acción".
Por último, con el Estado de derecho se refirió a la separación de poderes "imprescindible" en democracia: con un parlamento representativo de la voluntad de todos y que cumple con sus funciones legislativas; con un Gobierno ejecutivo, que gestiona y que es vigilado; y con unos tribunales independientes y profesionales que hacen cumplir la ley. El consejero avisó de que "no ayuda mucho a mantener este concepto el hecho de que las Cortes Generales aprueben leyes para amnistiar a quienes han sido condenados por el poder judicial de manera firme", trasladó.
Al acto también asistieron, entre otros, el delegado de la Junta en Ávila, José Francisco Hernández Herrero, y el presidente de la Diputación de Ávila, Carlos García, entre otras autoridades.