Acudía el Burgos CF al Heliodoro Rodríguez López con seis jugadores apercibidos y dos de ellos regresaron a la península con una tarjeta amarilla más y, por consiguiente, con una sanción que será confirmada el miércoles por el Comité de Competición. Luis Miguel Ramis pierde para el choque del sábado ante el Cádiz a dos de sus pilares, Miguel Ángel Atienza y Curro Sánchez.

El primero es imprescindible en la contención. Es un jugador incansable que desde su llegada a Burgos se ha ganado un sitio en el terreno de juego y se ha metido a la afición en el bolsillo. Por su parte, el atacante onubense es el jugador franquicia, el faro en el último tercio del campo, aunque es cierto que Curro no atraviesa su mejor momento como blanquinegro.

Son dos futbolistas que siempre que han estado bien han entrado en el once inicial. Solo el portero Ander Cantero, que lo ha jugado todo en liga, y Aitor Córdoba, un fijo desde el inicio de campaña, acumulan más minutos que estos dos futbolistas.

Es cierto que, sobre todo después del mercado de invierno, la plantilla burgalesista cuenta con recambios suficientes en todas las posiciones, aunque está claro que la ausencia de dos nombres tan importantes se puede dejar notar en el colectivo.

Todo indica que el lugar de Atienza lo ocupará Expósito. En más de una ocasión han formado pareja en el eje de la medular, pero se prevé que el sevillano adopte esa función más defensiva que suele ejercer el madrileño. Para acompañarle, Ramis cuenta con dos futbolistas disponibles, Morante, que fue titular en Tenerife y parece que está empezando a ganarse la confianza del cuerpo técnico, y el suizo Bares, que tiene un perfil algo más ofensivo que los anteriores. Parece poco probable que Rubén Quintanilla se recupere a tiempo.

El puesto de Curro puede tener varios aspirantes (...).

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