El pasado octubre, a horas de una protesta de las peñas y tras los efectos devastadores del huracán Kirk sobre la plaza de toros portátil, el alcalde medinés, Isaac Angulo, y el concejal de Planificación Urbanística, José Juan Martínez, anunciaron una inversión de 1 millón de euros en una completa remodelación de la plaza de toros para que cumpla la normativa vigente. El primer paso se ha dado esta semana con la licitación de los trabajos de derribo de todo su interior y los corrales externos, con lo que esta primavera solo quedarán a la vista las dos coronas, los muros del polígono de 24 caras que delimitan su perímetro exterior y el de su arena.
Aunque la plaza parece un círculo, realmente no lo es, y está llena de irregularidades, lo que obliga a esta operación de demolición previa para que los redactores del proyecto arquitectónico puedan tomar medidas y referencias exactas del recinto antes de dar forma a la nueva infraestructura. Por su «valor sentimental», como ya avanzaron Angulo y Martínez, se respetarán sus dos coronas. Pero del resto solo quedará historia. El graderío de 730 m2, el peto de coronación, la baranda de la barrera, los cuatro vomitorios, los dos palcos donde se sentaban la presidencia y la banda municipal de música, los corrales y sus pasarelas, la sala de despiece, la capilla, la zona de enfermería y los aseos desaparecerán.
Esto es así, porque la plaza no reúne ninguna de las medidas legales exigidas para seguir albergando espectáculos públicos. En el caso de los vomitorios, vitales en caso de ser necesaria una evacuación, tienen un ancho de 1,10 metros cuando deberían ser de 1,80, mientras el graderío es extraordinariamente estrecho y de diferentes anchuras y alturas. Para los servicios sanitarios, Martínez Larriba reservó el calificativo de «vergüenza» cuando junto al alcalde avanzó que el nuevo recinto de usos múltiples permitirá celebrar también otros eventos culturales y espectáculos.
El contrato licitado plantea que los trabajos, que incluyen también la redacción del proyecto de derribo, no pueden superar los 90.145 euros. Las empresas interesadas tendrán apenas dos semanas hasta el 4 de marzo para presentar ofertas. El pliego les da dos semanas para la redacción del proyecto de derribo y un mes para las demoliciones, con lo que esta primavera se vaciará la plaza construida por la Popular Medinesa en 1908.
En el Ayuntamiento ya se prepara el pliego de condiciones para licitar la redacción del proyecto y quienes se hagan con el contrato contarán con un plazo de 3 a 4 meses para entregar el documento. Pero el alcalde estima que la licitación de las obras se lanzará ya en el primer trimestre de 2026, porque el Presupuesto de este año solo reserva 300.000 euros a la plaza de toros y sería complejo ir a una modificación presupuestaria. El estudio que el arquitecto Diego Garteiz, artífice de la reforma de Vista Alegre en Bilbao y otras plazas, firmó en septiembre, por encargo del grupo de gobierno, plantea que se lograrán «entre 1.450 y 1.500» localidades. Pero la intención es habilitar corrales desmontables, con lo que ese espacio se podrá aprovechar con graderíos portátiles que harían crecer el aforo a 2.000 personas.