Uno de los objetivos de la próxima campaña de vacunación frente a la gripe, que empezará a finales de septiembre, es incrementar en Burgos el número de trabajadores de Sacyl que se protegen de los virus gripales, ya que el año pasado la cobertura fue muy baja: menos de la mitad de los profesionales de Atención Primaria (41,3%) y apenas la mitad de los del HUBU y del mirandés Santiago Apóstol (49,5% y 49,4%, respectivamente). El hospital de Aranda, el Santos Reyes, obtuvo los mejores resultados de la provincia (64,4%), pero, aun así, se quedó lejos de conseguir que tres de cada cuatro empleados (el 75%) respondieran al llamamiento de Sanidad, como pide la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Comisión Europea y las autoridades sanitarias españolas.
La inmunización de los sanitarios y demás profesionales de los centros de trabajo de Sacyl es importante porque no solo los protege a ellos de sufrir formas graves de gripe, sino que también protege a las muchas personas con las que tienen contacto a lo largo de la jornada. Personas que, en gran medida, tienen enfermedades que comprometen su sistema inmune y los hace más vulnerables.
Así, tanto el Ministerio de Sanidad como las respectivas Consejerías del ramo de España acordaron en la última ponencia de vacunas del Consejo Interterritorial de Salud hacer unas recomendaciones previas a la próxima campaña que insisten en «reforzar» las estrategias «de captación» del personal sanitario -y sociosanitario- y, también, apelar al «compromiso» de las «organizaciones de personal sanitario, sindicatos, colegios profesionales y sociedades científicas con la vacunación estacional», para «instarles a que trasladen a sus integrantes la recomendación de vacunación por responsabilidad ética con las personas de riesgo a las que atienden».
La protección masiva de los trabajadores de los centros de Sacyl es asignatura pendiente en toda la Comunidad, donde solo el hospital de Medina del Campo (Valladolid) cumplió el objetivo internacional con una cobertura del 78%. Por qué motivo el resto van tan a la zaga es algo para lo que no hay respuesta y desde la Consejería de Sanidad suelen atribuirlo a la denominada «fatiga vacunal» que provocó la pandemia por coronavirus.
En mayores de 80 años. El último Consejo Interterritorial sobre vacunas reiteró, de nuevo, la importancia de alcanzar coberturas máximas en las personas de más edad, por lo que también recomienda «reforzar» las estrategias de atracción de los mayores de 80 años; una cohorte en la que el pasado otoño también costó alcanzar una buena cobertura, aunque, al final, en Burgos se llegó al 80,7%.
La próxima campaña todavía no tiene fecha de inicio en Castilla y León (puede arrancar a partir de la última semana de septiembre) y, como en años previos será doble: gripe y recuerdo frente a la covid. Ahora bien, en España ninguna vacuna es obligatoria por lo que el usuario decide si quiere una o las dos profilaxis.
En Castilla y León las dos vacunas están recomendadas, en general, a quienes tengan más de 60 años y, desde 2023, también a los niños de entre 6 y 24 meses, además de a personas de distintos grupos de riesgo.