La utilización de los hospitales de día ha caracterizado siempre al complejo asistencial de la capital, que destaca en la región desde la puesta en marcha de estos dispositivos como alternativa a un ingreso convencional tras cirugías menores o en caso de necesitar determinados tratamientos: oncohematológicos, psiquiátricos, para el VIH... Pero ningún otro lo ha potenciado tanto como el HUBU, que es líder absoluto en este tipo de asistencia: 70.107 pacientes atendidos el año pasado en estos espacios. Son 26.600 más que el siguiente centro con mayor actividad en este recurso, que es el Clínico de Valladolid (43.313 pacientes en 2023).
En Sacyl existen cinco tipos de dispositivos de este tipo: Oncohematológico, Pediátrico, Médico (incluye los antaño dedicados a geriatría y a pacientes con sida), Quirúrgico y Psiquiátrico. El objetivo de todos ellos es el mismo: prestar atención asistencial en pruebas, intervenciones, exploraciones, tratamientos o investigaciones clínicas -entre otros supuestos- que van a exigir al paciente permanecer varias horas en el hospital. Pero ni ese tiempo ni la causa de la asistencia se consideran de suficiente entidad como para justificar un ingreso convencional en planta.
Y aunque el Ministerio de Sanidad no establece unos mínimos a cumplir por los hospitales españoles, sí lleva años intentando potenciarlos con guías informativas y de recomendaciones para caminar hacia la «generalización de este tipo de unidades». Así lo indicaba, por ejemplo, en una editada en el 2009, en la que especificaba que «contribuyen a la mejora de las condiciones de calidad y seguridad» de la práctica asistencial desde varios puntos de vista: tanto para el paciente (mayor comodidad) como para el centro hospitalario (en términos de eficiencia, con mayor control de la gestión de citas y menos dinero destinado a ingresos innecesarios, entre otras cosas).
Así, aunque en el General Yagüe ya se empleaban los hospitales de día, el traslado al HUBU se consideró la ocasión perfecta para potenciarlos. Y así ha sido: desde 2013 hasta finales del año pasado se produjo un incremento de la actividad del 57%, que en pacientes equivale a algo más de 34.000 anuales.
Pediátrico. El incremento de la actividad se explica, en gran medida, porque se diagnostican más cánceres y hay un obvio aumento del número de pacientes con necesidad de una quimioterapia o de otro tratamiento oncohematológico de los que el HUBU ofrece en su hospital de día: 40.950 en 2023.
Esta cifra indica que más de la mitad de los pacientes atendidos el año pasado en este tipo de dispositivos asistenciales 'por horas' eran enfermos de cáncer y/o hematológicos (el 58%). Son 7.600 más de los atendidos en el año previo a la pandemia, lo cual da una idea de lo que supone el cáncer para el sistema sanitario.
Por número de pacientes, el siguiente con mayor actividad sería el hospital de día Psiquiátrico (13.778), en el que se administran tratamientos y se hacen controles de alcoholemia diarios, además de trabajar en otras conductas saludables como el ejercicio o el aseo. Y luego, ya, van el Quirúrgico (9.476 pacientes) y el Médico (4.191 pacientes). Por último está el Pediátrico, que gana peso (1.712 pacientes) y que otros hospitales grandes de la región no usan. En el HUBU la actividad aumenta cada año.