El juicio contra un mirandés acusado de encadenar a una mujer para agredirla sexualmente se ha suspendido esta mañana por incomparecencia de la víctima. La Audiencia Provincial de Burgos ha acordado posponerlo para el viernes, ante la importancia vital de su testimonio. No obstante, también ha determinado que se comunique a la Policía este nuevo señalamiento para que "si fuese necesario" proceda a su detención y asegurar así que acude a la vista en el Palacio de Justicia de Burgos, al tratarse de una causa con preso y estar en juego hasta 11 años de prisión por un delito contra la liberta sexual y otro de detención ilegal.
Los hechos que debe juzgar la Sección Primera de la Audiencia ocurrieron hace un año. Según el relato de la Fiscalía, J.M.G. y la víctima se conocían con anterioridad a su encuentro del día 20 de noviembre de 2023. El hombre se ofreció a llevar a la mujer al hospital pero en realidad se dirigió a su domicilio. Una vez allí, la golpeó y la ató con una cuerda que colocó alrededor del cuello y que a su vez estaba unida a otra colgada del techo, al tiempo que le ponía también unas cadenas cerradas con dos candados. Tras pegarle otro puñetazo consiguió que le besase, según ella "para evitar que le siguiese golpeando".
Posteriormente, cuando el acusado se fue a otra estancia ella logró liberarse y llegar al Hospital Santiago Apóstol, desde el que se dio aviso a la Policía.
El presunto autor de los hechos se encuentra en prisión desde el 24 de noviembre. Esta mañana ha comparecido ante la Sala esposado y escoltado por agentes de la Comisaría de Burgos, que le han conducido de nuevo al centro penitenciario de Burgos.
J.M.G. tiene otra condena firme por detención ilegal. La sentencia fue dictada en junio de 2017 y ya ha cumplido la pena de cárcel, 3 años, pero no los 7 de libertad vigilada que también le fueron impuestos.