La última desconsideración de las administraciones públicas hacia Burgos parece que no va a pasar de largo. A diferencia de otros agravios que ha padecido la provincia en los últimos años, en esta ocasión el tejido social y económico está dispuesto a pelear en la calle lo que la clase política no ha logrado desde su bancada.

La estéril posición de Burgos dentro del Corredor Atlántico en favor de otras plazas como Valladolid, Vitoria o León o la falta de fondos para la línea del Tren Directo Madrid-Aranda-Burgos han sido las gotas que han rebosado un vaso que lleva mucho tiempo lleno. FAE, Cámara de Comercio, sindicatos y distintas asociaciones de capital y provincia iniciarán en los próximos días contactos para organizar una gran movilización. Se busca repetir la fórmula que se siguió hace años con la construcción del nuevo hospital, y que logró atraer a miles de burgaleses bajo una misma causa, o con la reivindicación para crear una universidad independiente a la de Valladolid el siglo pasado.

A la posición unitaria que marcaron ayer las principales organizaciones empresariales y sindicales se les suman ahora las distintas federaciones, las universidades o las asociaciones de los polígonos. «Tenemos que empezar a protestar y a exigir en serio a los políticos. Tienen que dar la cara», apunta Luis Mata, presidente de la Federación de Hostelería, que carga contra los dirigentes que han estado representando a los burgaleses tanto en las Cortes como en el Congreso y Senado.

(Más información, en la edición impresa de hoy de Diario de Burgos)