El último discurso del Primero de Mayo y la salud del secretario provincial, Pablo Dionisio Fraile, han marcado el arranque local de la 'carrera electoral' en la UGT, un gigantesco proceso que afectará a toda la organización (incluido a su secretario general, Pepe Álvarez, que aspira a un nuevo mandato) y que en Burgos tendrá el aliciente de saber quién será la cara nueva del sindicato a nivel provincial. En CCOO ocurrirá un proceso parecido, aunque es más factible que Juan Núñez repita. Habrá que esperar al resultado del congreso que se celebrará en febrero o marzo.
Los primeros movimientos comenzaron la pasada semana en la sede de la calle San Pablo. La mañana del jueves 16 se reunía el Comité de la Unión Provincial, que ha fijado para el 10 de abril el XIV Congreso de la UGT Burgos, donde saldrá el relevo de Pablo Dionisio Fraile, que abandona la secretaría provincial tras algo más de 8 años en el cargo.
La composición del Comité de la Unión, unos 40 miembros, deja claro quién tiene el mando en la UGT burgalesa. Lo preside Ramiro Marijuán, secretario general de la Federación de Industria, Construcción y Agro (FICA), la más poderosa de la organización, aunque también deciden los representantes de las federaciones de Servicios, Movilidad y Consumo (FeSMC), cuyo secretario es Juan Antonio Gutiérrez Zorrilla y de Servicios Públicos, con Joaquín Porres a la cabeza.
Los tres sindicalistas mencionados suman un larguísimo historial en la organización que se remonta a los tiempos del histórico Julián Juez (años 90 y 2000), aunque los dos últimos están próximos a alcanzar la jubilación y a dejar -si no hacen como Pepe Álvarez- sus cargos antes de la próxima primavera.
Las tres federaciones mencionadas celebrarán en 2025 -por este orden- sus congresos nacionales, regionales y provinciales. En el caso de FICA, Ramiro Marijuán es uno de los secretarios con mayor experiencia y capacidad (y edad) para aspirar, incluso, a nuevos retos sindicales.
Sustituto. A día de hoy no hay aspirantes conocidos para cubrir el puesto de Pablo Dionisio Fraile. La razón, detallan desde el sindicato, es sencilla: es un cargo representativo e institucional y -para muchos- poco atractivo. Con mucha voz, pero sin poder de decisión ni capacidad económica alguna en la organización. Lo que dice y hace lo determina UGT Castilla y León desde Valladolid y lo supervisan las tres federaciones, que son las que realmente están a pie de empresa negociando y representando a los trabajadores en sus diferentes centros.
Pablo Dionisio Fraile, con una larga carrera en el comité de empresa de Campofrío, ha llenado su agenda de los últimos 8 años de reuniones; actos institucionales, culturales y sociales; ruedas de prensa y manifestaciones como las del Primero de Mayo.
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