Buenas sensaciones tras la celebración de Vinexpo Asia, la mayor feria de vinos y licores de la región Asia-Pacífico que acaba de terminar en Hong Kong. En líneas generales, las bodegas de Ribera del Duero destacan que esta zona «está empezando a tirar» tras el bajón que sufrió a raíz de la pandemia de coronavirus que puso el mundo patas arriba. Las exportaciones descendieron y aunque todavía no se ha recuperado el nivel que se logró hace unos años, las relaciones comerciales parece que caminan por la senda de la reactivación. Así lo constata el director comercial de Bodegas Hermanos Pérez Pascuas, Juan de la Vega, quien valora como «una buena señal» el hecho de que desde finales del año pasado y en lo que va de este «nos han empezado a visitar los importadores» y se ha retomado la exportación. «Están todos en activo, se nota el movimiento y que vuelven a llevarse vino», añade, al tiempo que subraya que hay «buenas perspectivas».
Por su parte, el presidente de la Asociación Empresarial de Bodegas Acogidas a la Denominación de Origen (Asebor), Iker Ugarte, sostiene que «Asia siempre es interesante, ya que hay zonas con un elevado poder adquisitivo». En el caso concreto de Hong Kong, donde se ha celebrado la última feria, es el cuarto socio comercial de China, tercer lugar financiero del mundo y sigue estando en el podio mundial por la calidad de su entorno empresarial y por llegar a los principales mercados asiáticos, como son China, Macao, Japón o Corea del Sur, tal como apuntan desde el Instituto para la Competitividad Empresarial de Castilla y León, que ha coordinado la participación de empresas de la región en esta feria dentro de su Plan de Internacionalización 2022-2025.
Así las cosas, Ugarte remarca que Corea del Sur y Japón «siempre han sido consumidores de vinos de calidad», igual que Singapur o determinadas áreas del Sudeste Asiático. No obstante, recuerda que «China ha caído bastante en los últimos años, lo que no significa que no consuman, pero no es lo que era hace cinco o diez años». Pues bien, este descenso se refleja en las cifras de exportaciones de Ribera del Duero, que terminaron 2023 con unas ventas por importe de 11,4 millones de euros y un total de 700.104 litros a países como China (5,9 millones de euros), Corea del Sur (1,3 millones), Japón (1,2 millones), Hong Kong (1,1 millones) o Singapur (un millón), seguidos de Tailandia con cerca de 464.000 euros, Filipinas con 390.000 o Indonesia con casi 88.000. Estos datos contrastan con los de 2022, que finalizó con unas ventas por 12,7 millones de euros, un 10% más, y alrededor de 950.000 litros de vino.
Sea como fuere, el presidente de Asebor defiende que «abrir mercado siempre es complicado, pero hay que intentarlo». En paralelo, Ugarte confía en que la tendencia de consumo cambie y remonte, a sabiendas de que la 'zona fuerte' de Ribera se halla en Europa, sobre todo en Suiza (número uno indiscutible), así como en México y EEUU.
China y los vinos de valor. Por su parte, Enrique García, director de San Gabriel, cuya bodega atesora años de experiencia internacional, subraya que «todo lo que China representa para Ribera no ha vuelto a ser lo que fue antes del covid, no se ha recuperado». En ello influyen los elevados aranceles que afectan a las compras o «el fuerte control que el Gobierno ejerce en la salida de divisas». García añade que en el norte de China se ha empezado a elaborar vino «y esto perjudica la importación de caldos extranjeros». En cualquier caso, afirma que «todavía es momento de entrar en China» y que allí «los productos españoles tienen gran atractivo». De hecho, apunta que «quieren vinos de valor, exclusivos, con personalidad» y que «es un mercado en el que puedes defender valor y nombre», justo la lucha por la calidad que abandera la DO Ribera.