El Burgos CF ha finalizado la jornada 41 en la undécima posición, el puesto más bajo desde la jornada 3. Es un dato que demuestra la mala segunda vuelta que ha realizado el equipo de Julián Calero, que ha pasado de luchar por la sexta plaza a acabar en tierra de nadie. Le queda un partido, ante el CD Lugo el sábado en El Plantío (16.15 horas) y si gana puede mejorar alguna posición, aunque no depende de sí mismo, ya que tiene por delante a Tenerife y Andorra en la lucha por la novena plaza.
El equipo burgalés mostró dos caras en el choque en Tenerife. Durante la primera parte recordó a aquel equipo de la primera vuelta, sólido atrás y efectivo cuando llegaba al área contraria. Sin embargo, en la segunda parte se transformó en el equipo de la segunda parte de la Liga. Sorprendentemente concedió mucho en defensa y acabó encajando dos tantos en acciones de estrategia, algo inusual en esta defensa y más jugando con tres centrales y dos medios defensivos.
Ahora, tras dos derrotas consecutivas, se ha quedado anclado en 54 puntos, uno menos que los que sumó la pasada campaña, que acabó la Liga con 55 en su regreso al fútbol profesional.
Intentará mejorar esta posición el sábado, aunque está a dos puntos del Tenerife y Andorra y a cuatro del Cartagena, que es octavo. Incluso peligra esa undécima plaza, ya que tiene a un punto al Leganés y a dos al Mirandés, que jugará en Albacete.
Premio económico. Más allá de la posición deportiva, esta clasificación tiene importa económica, ya que uno de los baremos que se manejan para el reparto económico se basa en el puesto final del campeonato. Y ese reparto tiene una incidencia clave en el límite salarial que tendrá el club para la campaña 2023-2024.