«Ha sido muy duro. Espero ver ya la luz al final del túnel»

CARMELO PALACIOS
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Jesús Gómez lleva desde enero lesionado. El atleta burgalés, tricampeón de España y doble medallista continental de 1.500, se ha perdido el Nacional, el Mundial y el Europeo. Ahora, parece que remonta el vuelo

Jesús Gómez, atleta burgalés. - Foto: Luis López Araico

Jesús Gómez está corriendo sin dolor y eso ya es noticia. El atleta burgalés, tricampeón de España y doble medallista europeo, lleva desde principios del año en el dique seco. Un pinzamiento en el tobillo derecho le obligó a parar y, aunque no parecía gran cosa, ha recaído de la lesión una y otra vez. Han sido meses muy frustrantes en los que le ha tocado vivir desde la barrera el Nacional, el Europeo y el Mundial, tres citas en las estaba destinado a competir. Afortunadamente, el último tratamiento le está funcionando y ha acabado ya varias carreras con buenas sensaciones. Por fin, ve la luz al final del túnel.

¿Cómo está física y mentalmente?
Estoy bien de las dos. Ha sido muy duro a nivel mental porque estoy lesionado desde enero, pero llevo tres semanas entrenando sin dolor  eso ayuda a la cabeza.

¿Qué es exactamente lo que le pasaba para estar 10 meses sin competir?
Un pinzamiento en el tobillo derecho, notaba como que algo me rozaba. Me hice dos infiltraciones y no mejoraba, pero ahora con la tercera parece que, de momento, se me ha solucionado. He agotado todas las posibilidades antes de pasar por el quirófano, que sería la última opción.

¿Se hizo un esguince o cómo le llegó ese dolor?
No, no me había lesionado el tobillo. Fue progresivamente. Vi que notaba una tensión y  que cada vez iba a más. A mediados de enero, ya no pude entrenar y, desde entonces, paraba, volvía a entrenar, recaía y así todo el año.

¿Cree que tiene algo que ver con la lesión en el sóleo en el verano de 2021, justo antes del Campeonato de España y los Juegos Olímpicos?
No, en principio, no tiene nada que ver. Nunca me había molestado el tobillo.

Paraba, volvía a entrenar, recaía y así todo el año»

¿Cuándo fue la última vez que corrió en plenitud de condiciones?
En la San Silvestre Vallecana de 2021.

¿Qué ha hecho en este tiempo parado?
Ir a fisios, osteópatas, traumatólogos... Algunos me recuperaron, pero me duraba una semana y volvía a sentir dolor.

¿Cómo se gestiona esa frustración de ver que pasan los meses y no se termina de recuperar?
Muy mal. Ha habido días muy malos. Yo me dedico al atletismo y es como si alguien no puede ir a trabajar. Dependo de las becas y las becas se acaban si no compites. Además,  si al patrocinador no le das visibilidad es difícil renovar. En esto no hay una baja que te cubre mientras no compites.

Dicen que de los momentos malos se saca un mayor aprendizaje, ¿es verdad o es un mito?
Sí, se ven cosas que en los momentos dulces no ves. Aprendes a cuidarte mucho más, a hacer seguimientos con fisios más a menudo y a cuidar más los detalles porque los deportistas de alto nivel damos mucha caña al cuerpo. No todo es correr. Ahora tengo un preparador físico... Hay gente que se pasa mucho tiempo lesionada y este año me ha tocado a mí. Ha sido muy duro. Espero ver ya la luz al final del túnel.

En el atletismo no hay una baja que te cubre mientras no compites»

¿En quién se ha apoyado durante este tiempo?
Mi gran apoyo en este tiempo ha sido mi pareja. También es atleta y ella me ha sabido calmar en esos días malos en los que no veía la luz al final del túnel. Había tenido lesiones que me habían limitado en momentos determinados, pero ninguna tan larga como esta y ella sabe lo que supone para mí. Siempre digo que mi carrera ha sido muy dulce, llegué muy rápido arriba y no había conocido esta faceta tan dura del deporte, que es estar parado meses y meses. Es muy duro.

Ver el Mundial de Eugene o el Europeo de Múnich desde el sofá cuando podías haber estado allí...
Si te digo la verdad, he estado muy desconectado, me he enterado de los resultados a posteriori. El nivel del 1.500 es altísimo, pero la idea era estar allí. Nunca pensé que iba a decir esto, pero el verano se me ha hecho muy largo. Pensaba que no iba a acabar nunca.

Por fin termina y vuelve a correr, ¿cuándo empieza a competir sin dolor?
Hace tres semanas. Esta es una lesión dura porque me permite correr lento, pero en cuanto meto intensidad me resiento. Por suerte, ahora estoy bien y estoy corriendo millas sin molestias.

Una vez que parece que deja atrás la lesión, ¿cuál es el objetivo que se marca para 2023?
Lo primero que quiero es olvidarme por completo de esta lesión para  poder tener continuidad. Si la tengo, soy un chico aplicado en los entrenamientos y creo que estaré en mis marcas. Como objetivo está el Europeo de pista cubierta, que es una carrera a la que tengo cariño y en la que he conseguido dos medallas, y también el Mundial al aire libre. Prepararé algo de cross, pero no sé cuánto porque tengo incertidumbre. Correré lo que me deje la pierna. Es el momento de ir día a día, semana a semana, porque no puedo fijarme objetivos a largo plazo. Pero, básicamente, lo que quiero hacer es una temporada normal.

Decido cambiar de entrenador porque ya no estaba a gusto en el 'Grupo del Río'. Se lo expliqué a Benjamín y lo entendió»

Ha cambiado de entrenador después de muchos años con Benjamín Álvarez Furones, ¿qué le ha llevado a tomar esa decisión?
Decido cambiar porque ya no estaba a gusto en el 'Grupo del Río'. El año pasado entrené prácticamente solo y después de la lesión me di cuenta de que no me merecía la pena seguir allí. Se lo expliqué a Benjamín y él lo entendió.

¿En quién ha depositado su confianza?
Es un entrenador cántabro que se llama Raúl Gutiérrez y que entrena también a los burgaleses Pablo Sánchez y Dani Sánchez. Necesitaba el cambio de aires ya y creo que me va a motivar. Es un punto de inflexión y un cambio muy necesario para sentirme bien e ir a entrenar a gusto. Creo que va a ser algo positivo en mi carrera.