La Policía Local de Burgos detenía el pasado miércoles 22 de mayo a un hombre de 62 años después de que una joven de 21 alertara al servicio de emergencias 1-1-2 por una situación de acoso.

No era la primera vez que la mujer denunciaba esta situación, ya que en el mes de diciembre alertó en más de una veintena de ocasiones de distintas situaciones similares, en las que el hombre la seguía incluso hasta el interior del portal de su domicilio. Testigos presenciales permitían identificar al sujeto, que ha sido detenido por un delito de acoso.

No ha sido la única detención practicadas por los agentes municipales en la última semana. El pasado domingo, 26 de mayo, la Policía Local llevaba a cabo la segunda detención, la de un hombre de 31 años involucrado en un altercado. Mientras realizaban labores de vigilancia y control en el entorno de la calle Madrid, los agentes observaron a dos hombres golpeándose e invadiendo la calzada de la calle San Pablo.

Tras mediar en la discusión, uno de los hombres era detenido por amenazas tras mostrar una actitud desafiante y violenta, desobedeciendo sistemáticamente las órdenes de los policías y golpeando los escaparates del entorno. Finalmente, era reducido por los agentes, a los que propinó golpes y patadas.

Ese mismo día, sobre las 16.10 horas, otro aviso al Servicio de Emergencias 112 alertaba de las amenazas vertidas por un hombre en el marco de una discusión por el uso de un inmueble. Al parecer, el impago de una deuda fue el detonante del enfrentamiento entre el inquilino y el propietario del mismo. En presencia policial, el hombre de 43 años profirió de manera visceral amenazas graves, por lo que fue detenido.