Su situación en las faldas del Castillo hace que la mejora de la accesibilidad sea una de las prioridades de los residentes en el Casco Histórico Alto junto al aparcamiento, dado que su población está cada vez más envejecida y algunas de sus calles están vetadas para las personas con movilidad reducida o que necesitan una silla de ruedas para desplazarse. La recién creada Plataforma por la Movilidad ha trasladado a los concejales de Urbanismo, Juan Manuel Manso, y Movilidad, José Antonio López, las necesidades del barrio durante un recorrido in situ. 

La inversión a realizar no es baladí de modo que el colectivo ha planteado al equipo de Gobierno trabajar conjuntamente en este sentido y ha establecido como prioridad la actuación en la calle Subida de San Miguel, donde el objetivo es instalar una rampa mecánica y ampliar las aceras, lo que conllevaría suprimir el aparcamiento en uno de los lados. La actuación se completaría con un ascensor que permitiría la subida a la plaza San Francisco y que se ubicaría en un pequeño terreno de propiedad municipal. Cabe recordar que en la misma calle los vecinos ya instalaron un elevador gracias a un convenio de colaboración con el Ayuntamiento, lo que mejoró considerablemente el acceso a sus viviendas. 

El colectivo defiende el aparcamiento previsto entre las calles Corazas y Tahonas con capacidad para 250 plazas para aliviar los problemas de aparcamiento. El primer paso será la realización de una cata para comprobar si hay restos arqueológicos y posteriormente deberá recibir el visto bueno de Patrimonio de la Junta de Castilla y León aunque el Plan General de Ordenación Urbana reserva esta zona para estacionamiento. 

Mientras se hacen las catas, la Plataforma quiere realizar una consulta en el barrio para conocer si los residentes son partidarios de establecer un aparcamiento regulado los siete días de la semana y las 24 horas al día prioritario para residentes durante el tiempo de ejecución que duren las obras de la Subida de San Miguel y la construcción aparcamiento (dos o tres años). «Si las catas permiten el párking, hay que dar prioridad a la votación del aparcamiento regulado prioritario para los vecinos y comenzarían las obras de la Subida de San Miguel y las del aparcamiento cuando se cuente con proyecto», indicó Francisco Bárcena. 

Una vez que concluyan ambas obras se podría volver a los estacionamientos libres en las calles. En otras fases se mejoraría también la accesibilidad en la Subida del Gallego y otras calles aledañas. 

Además está prevista la construcción de una rampa para facilitar el acceso a la plaza de los Castaños. El compromiso del equipo de Gobierno es hacer un proyecto aunque paralelamente será necesario llegar a un acuerdo con los dos propietarios de las ventanas que hay a ras de suelo donde iría la rampa para contar su permiso. Desde la Plataforma por la Movilidad consideran esta actuación como muy importante para mejorar el tránsito peatonal y evitar dar rodeos para subir a la zona alta.