Las enfermeras defienden su capacitación para prescribir

ANGÉLICA GONZÁLEZ / Burgos
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El colegio profesional y Satse lamentan las acusaciones del consejo regional de facultativos, que afirma que la luz verde del Ministerio de Sanidad para hacerlo con antibióticos contra la cistitis «pone en riesgo la seguridad de las pacientes»

Las enfermeras burgalesas reivindican su capacitación para prescribir. - Foto: Alberto Rodrigo

Es una patología frecuente en algunas mujeres y resulta muy incómoda. Quienes tienen infecciones de orina recurrentes padecen molestias (dolor y ardor), presentan sangrado y dificultades para orinar o necesidad de hacerlo con más frecuencia de lo normal. Se llama comúnmente cistitis, afecta al menos una vez en la vida al 50% de las mujeres, es una causa muy común de consulta en Atención Primaria y su tratamiento se basa en el inicio temprano de medicación con antibiótico, sin necesidad de un urocultivo rutinario. Desde el pasado mes de junio las enfermeras pueden prescribir el medicamento, después de que el Boletín Oficial del Estado publicara la guía para la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos sujetos a prescripción médica por parte de las enfermeras para infecciones del tracto urinario inferior en mujeres.

Se trata de una medida que ha sido fuertemente criticada por los representantes de los médicos de Castilla y León, que el pasado 29 de agosto hacían pública una nota rechazando esta guía, indicando que suponía «un grave riesgo para la seguridad de los pacientes», que invadía sus competencias y solicitando a la Consejería de Sanidad que no desarrolle el protocolo necesario para implementarla en el territorio indicando la población objetivo, los medicamentos autorizados y los criterios de actuación. El presidente del Colegio de Médicos de Burgos, Joaquín Fernández de Valderrama, no quiso hacer declaraciones sobre este asunto pero avanzó que está en consonancia con la postura expresada por sus colegas autonómicos. 

El Colegio de Enfermería de Burgos, por su parte, ha rechazado de plano estas acusaciones. «Creemos que alarman innecesariamente a la población cuando se habla de un  'grave riesgo' para la seguridad de las pacientes' y tenemos que decir que esto no es cierto y que pueden estar completamente tranquilas. Las enfermeras siempre trabajamos desde la mejor y más actual evidencia científica y basándonos en unas guías en cuya elaboración han participado no solo enfermeras sino también médicos y farmacéuticos y es así como queremos seguir trabajando con nuestros compañeros, siempre desde la colaboración y no desde el enfrentamiento», explicó su presidente, Raúl Soto. 

Sobre lo que los médicos llaman «invasión de competencias» responde que las enfermeras siempre trabajan según la legislación vigente: «Nuestra labor está amparada por la Ley 29/2006, de 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios y por el Decreto 954/2015, de 23 de octubre, por el que se regula la indicación, uso y autorización de dispensación de medicamentos y productos sanitarios de uso humano por parte de los enfermeros». Y añade que desde que en octubre de 2022 se autorizó la prescripción enfermera para el tratamiento de heridas nunca ha habido ningún efecto adverso para los pacientes. En la actualidad, están autorizadas para hacerlo, además, con fármacos para quemaduras, con ibuprofeno y paracetamol conta la fiebre, antidiabéticos y antihipertensivos.

Raúl Soto recuerda, por otro lado, que dentro de la formación del Grado en Enfermería existe una asignatura de Farmacología, por lo que las profesionales  cuentan con esa preparación: «Hay muchos ejemplos del día a día en el que se demuestra que la prescripción enfermera es correcta y ayuda a salvar vidas. Una enfermera de Emergencias tiene protocolizada la administración de adrenalina cada tres minutos  en los casos de parada cardiorrespiratoria y no necesita una prescripción médica para hacerlo. Las heridas que se curan con cremas y apósitos medicamentosos son utilizadas por las enfermeras con total seguridad y eficacia desde hace mucho tiempo y son las matronas las que ponen la oxitocina a las mujeres en el parto y la vitamina k al recién nacido».

Desde el sindicato Satse insisten en que la seguridad de los pacientes con las enfermeras está asegurada. «Estamos capacitadas para realizar las prescripciones que contempla la ley y trabajamos en equipo con los médicos para mejorar la calidad de vida de los pacientes. No hay ningún riesgo, algunas cosas se están diciendo para provocar titulares sensacionalistas», reflexiona Mónica Santillana, delegada del sindicato en Burgos, que afirma estar segura de que la Consejería de Sanidad desarrollará el protocolo para que se pueda implementar esta prescripción en Castilla y León «de la misma manera que se ha hecho con otros». En este mismo sentido se pronunció también Raúl Soto: «Instamos a la Consejería de Sanidad a que elabore cuanto antes los protocolos que están pendientes de desarrollarse, el último sobre los antibióticos ante infecciones de orina no complicadas en mujeres adultas y que siga la misma pauta que ha tenido con las anteriores guías del Ministerio de Sanidad».

En el fondo de este asunto subyace el objetivo de ayudar a descongestionar el sistema, que adolece desde hace tiempo de una problemática falta de médicos, algo que ha sido contestado por el Consejo de Colegios Médicos de Castilla y León: «Esto no se consigue trasladando competencias médicas a otras profesiones sino con una correcta planificación de los recursos humanos».  Las enfermeras también lo tienen claro pero no entienden que sea una razón para menoscabar su preparación profesional y así lo expresa Soto: «Está de sobra demostrado que la prescripción enfermera mejora la agilidad en la atención y refuerza la seguridad en el proceso del cuidado. Hay que señalar la alta cualificación de las profesionales, que con su práctica diaria descongestionan el sistema, y que lo que hacen las guías es aumentar su seguridad jurídica y amparan tareas que ya pueden estar realizando».