Los alumnos de Eolo

L.M. / Quintanilla Sobresierra
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Un centenar de escolares de Quintanadueñas y de la capital conocieron, de la mano de la energética EDP, cómo funciona un aerogenerador

Los alumnos de Eolo - Foto: Luis López Araico

Aunque pueda parecer irreal, sí es posible mantener entretenidos a un centenar de niños de Primaria en pleno páramo de Masa sin pantallas de por medio. Es más, todos los escolares que pasaron la mañana del jueves celebrando el Día Mundial del Viento (que oficialmente tendrá lugar el próximo 15 de junio) lo lograron y a buen seguro que tardarán tiempo en olvidarlo.

La multinacional energética EDP invitó a alumnos y alumnas de dos centros educativos de la capital y de la provincia a pasar con ellos unas horas conociendo más a fondo el origen de la electricidad que consumen en sus domicilios. A los pies de su parque eólico Quintanilla II, escolares de entre primero y tercero de Primaria del CEIP Francisco de Vitoria (Burgos) y del CEIP Saturnino Calleja (Quintanadueñas) atendían muy atentos las explicaciones del funcionamiento de cada molino de viento.

Aunque a muchos les llamó la atención el arnés que emplean los trabajadores para entrar dentro de cada unidad o el ascensor que hay instalado para subir a las palas, lo que sin duda más pasiones levantó entre los jóvenes fue la altura. Los 199,9 metros entre el suelo y el final de la última pala -izada- hicieron las delicias de los niños y niñas. Por poner en contexto, la Catedral de Burgos ronda los 84 metros, por lo que el aerogenerador de Quintanilla Sobresierra sería el quinto edificio más alto de todo España únicamente superado por las cuatro torres de Chamartín (Madrid). «¿Podemos subir?», fue la pregunta recurrente de la inmensa mayoría de ellos.

Sin embargo, cuestiones de seguridad de por medio, no fue posible. Quién sabe si a alguno de ellos ayer le brotó la semilla de la curiosidad y termina en el futuro trabajando en el sector. Por ilusión no será.

Nicole y Victoria, dos alumnas del Francisco de Vitoria, llegaron a pie de aerogenerador con la lección muy bien aprendida. «Sirven para generar electricidad, además de origen renovable», aseguraron. Las dos, admitieron, conocían qué eran esos gigantes blancos que cada vez más copan el horizonte del paisaje burgalés. Por su parte Leo y Paula, del Saturnino Calleja, llegaron hasta Merindad de Río Ubierna con el dibujo que hicieron a lo largo de esta semana en clase. «Nos encantaría subir. Para nada nos da miedo», confesaban.

segunda ocasión. Al acto con los escolares le siguió una celebración posterior con alcaldes y vecinos de los municipios limítrofes y a los que EDP invitó a compartir parte de la jornada. «Es un día de puertas abiertas para todo el mundo que nos rodea», afirmó David Abascal, delegado en Castilla y León de EDP Renovables. La de ayer fue la segunda vez en la que la compañía organizó el acto central del Día Global del Viento en la provincia: la anterior fue en 2019 en Carcedo de Burgos con también cerca de un centenar de jóvenes. «Es una gozada ver cómo los chavales disfrutan de una jornada lúdica», aseguró.

El parque Quintanilla II, de 10 MW de potencia, inició las obras de construcción al mismo tiempo que se desató la pandemia. En marzo de 2020 empezaron los trabajos. Cuenta con otros dos recintos eólicos cercanos que complementan la generación de energía.