La celebración del 30 aniversario de la Universidad de Burgos estará marcada por la concesión del máximo reconocimiento académico a personalidades de distintos ámbitos del conocimiento. A la distinción como doctor honoris causa del cantautor Joan Manuel Serrat anunciada por el rector, Manuel Pérez Mateos, se sumó semanas más tarde la del empresario burgalés Nicolás-Correa, a propuesta de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Ahora, son las de Ciencias de la Salud y Educación las que han aprobado sendos galardones a destacadas figuras de la medicina y la lucha por el empoderamiento de las mujeres.
Se trata en el primer caso del doctor Diego Gracia Guillén, del que el departamento de Ciencias de la Salud subraya su «brillante trayectoria profesional y humanística», además de su «impresionante e insustituible aportación a la bioética que le lleva a ser una eminencia reconocida internacionalmente en este campo». Conocido como el padre de esta disciplina, fue responsable del primer máster que impartió en la materia la Universidad Complutense de Madrid, donde se formaron muchos de los profesionales sanitarios que pusieron en marcha los comités de ética asistencial en los hospitales.
Más allá de su destacada labor, Gracia Guillén pertenece a las reales academias de Medicina y de Ciencias Morales y Políticas, y preside el patronato de la Fundación de Ciencias de la Salud, siendo también honoris causa por las universidades San Marcos (Lima), Nacional de Córdoba (Argentina) y Extremadura. Su nombramiento por parte de la Facultad de Ciencias de la Salud se remonta a junio de 2022, si bien no será hasta hoy cuando el Consejo de Gobierno de la institución dé su visto bueno junto al del resto de personalidades.
Entre ellas figura Vishala Ferrer, directora del programa de Igualdad de Género la Fundación Vicente Ferrer. Su propuesta parte de la Facultad de Educación, que destaca su trabajo para conseguir el empoderamiento de las mujeres o su lucha por paliar la hambruna en la India, principalmente durante la pandemia, cuando se decretó un primer confinamiento que provocó un «éxodo masivo de población migrante». Casada con Moncho Ferrer, hijo de Vicente y Anna Ferrer, en 2021 se puso al frente del citado proyecto, que cuenta con un equipo de 2.500 personas y marca la «estrategia» del conjunto del proyecto de cooperación al desarrollo. «La apuesta decidida por y para las mujeres en una sociedad de gran arraigo patriarcal la convierte en un referente en la lucha por la igual de género», recoge el centro académico burgalés en su propuesta.
La Fundación Vicente Ferrer dispone en la India de 22 centros de asesoramiento contra la violencia machista, equipos de mediadores y centros de acogida para víctimas.