Estar catalogado como uno de los pueblos más bonitos de España conlleva importantes responsabilidades. Los miles de turistas que cada año aterrizan en Frías en busca de retroceder hasta la Edad Media mientras pasean por sus calles empedradas, visitan el castillo o las casas colgadas demandan una serie de servicios -como disponer de lugares en los que comer, cenar y pernoctar- que poco a poco van entrando en funcionamiento. Los últimos emprendedores, una pareja, han apostado por reabrir un hotel rural y el propietario del camping por instalar cuatro módulos de cinco plazas de capacidad cada uno con la intención de alquilarlos por días. En total, el municipio ganará en las próximas semanas unas 40 plazas de alojamiento.
Javier veraneaba en Quintanaseca desde los diez años. Conoció a Soraya e iniciaron un proyecto de vida juntos. Residen en Llodio, pero conscientes de que en los últimos años no existía la posibilidad de pasar una noche en un hospedaje sin la necesidad de alquilarlo por completo se aventuraron en comprar la antigua posada y rehabilitarla.
En su día la planta baja cumplió funciones de bar, pero los actuales propietarios han quitado la barra y ofrecen a los clientes la opción de desayunar en las instalaciones, pero no la de comer ni cenar «porque no tenemos experiencia en hostelería y queremos ir poco a poco», explica el empresario. Se muestra muy ilusionado con la apertura del negocio que hasta Semana Santa no funcionará a diario, solo los fines de semana y jornadas festivas, ya que «nos encontramos en temporada baja y no viene tanta gente», añade. Siete dormitorios dobles -algunos con espacio para colocar camas supletorias- se reparten en dos plantas, y todo ellos gozan con vistas privilegiadas de la localidad, al castillo o a la zona baja. Los precios por pernoctar dos personas varían según la época del año y oscilan entre los 70 y 100 euros, y no admiten mascotas.
La inauguración del cámping Ciudad de Frías en 2022 trajo de nuevo la ilusión de los viajeros por dormir y pasar unos días en contacto directo con la naturaleza tras la riada de 2015, que arrasó con las anteriores instalaciones. El éxito obtenido con la venta y los alquileres de parcelas durante este tiempo han animado al promotor, Raúl Urruchi, a ofrecer más servicios a los turistas. Además de acondicionar otra parte de terreno para dar cabida a unas 140 personas más repartidas en otras 36 áreas aptas para ocupar con caravanas de remolque y módulos propios durante 365 días, colocará cuatro bungalows con terraza en la zona más alta del recinto -con vistas privilegiadas a la panorámica de la ciudad- con la posibilidad de que sean alquilados por días. Hasta el momento ya se han asentado de continuo 55 familias que no suelen perderse ni un solo fin de semana y para la sorpresa del empresario, otras 34 que tenían sus módulos en dos instalaciones de otras regiones fijarán su estancia en la de localidad fredense.
La oferta de hospedería la completan seis apartamentos turísticos en las inmediaciones del casco histórico, cinco casas rurales de alquiler íntegro en Frías y una sexta por habitaciones en el barrio de Tobera, a pocos metros de las cascadas.