Humada reparará su maltrecha iglesia cerrada desde hace un año

L.M. / Humada
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El Ayuntamiento está a punto de licitar la obra de consolidación y restauración de la cubierta por 100.000 euros, de los cuales un 20% han sido aportados por los habitantes y turistas

La bóveda se encuentra apuntalada para evitar su desprendimiento. - Foto: Patricia

Los vecinos de Humada cumplen estos días doce meses sin misa en el interior de su iglesia de San Miguel de Arcángel. Hace ya varios años se empezaron a detectar los primeros problemas tanto en la bóveda como en la cubierta, aunque no fue hasta septiembre de 2023 cuando se desprendieron los primeros cascotes de piedra en el interior del templo. Tal problema, que afortunadamente no causó daños personales -sí materiales, ya que originó un boquete en el suelo-, porque no había nadie dentro, se logró atajar con la colocación de un cuerpo de andamios para evitar más caídas de claves y la sujeción de la bóveda.

Y es que, si no fuera por esta solución, que 'sostiene' la iglesia desde el suelo hasta el techo y que cumple ahora un año, los vecinos reconocen que con toda probabilidad el templo se habría venido abajo hace ya mucho tiempo. «Eso nos ha obligado a incurrir en más gastos», explican los vecinos de este pequeño municipio, que a pesar de ser cabeza de Ayuntamiento de otros ocho, apenas cuenta con una decena de casas abiertas durante todo el curso. Con unos recursos propios muy exiguos y una actuación que apremia, el Ayuntamiento logró acceder a una ayuda de 80.000 euros dentro del convenio de las goteras de la Diputación para acometer las obras de consolidación y restauración de las cubiertas. Sin embargo, el arreglo en cuestión está valorado en unos 100.000 euros, por lo que aún quedaban por recabar 20.000.

«La bóveda se caía literalmente a trozos», indican. Para lograr la cifra mágica, los habitantes se las han ingeniado durante el verano de todas las maneras imaginables: mercadillos solidarios en los que cada casa sacaba pertenencias a la calle; exposiciones de cuadros a base de acuarelas, artesanos que han creado piezas de madera o cuero, mermeladas, dulces... A través de la venta de todos esos productos lograron recaudar 1.200 euros, mientras que gracias a los llaveros se han convertido en 2.000.

Este andamio es el elemento que ha preservado la integridad del templo durante los últimos doce meses. Este andamio es el elemento que ha preservado la integridad del templo durante los últimos doce meses. - Foto: Patricia

Camisetas, sudaderas, lotería o los beneficios obtenidos por la enajenación de dos viejas casas propiedad de la Iglesia y completamente abandonadas desde hace años han elevado el montante total a unos 16.000 euros de los ansiados 20.000. «El grueso ha venido derivado de donativos particulares por parte de vecinos y allegados que se han volcado con la iglesia de su pueblo», explican.

Además, la venta de dos inmuebles ha permitido que, en al menos uno, se instalen de forma permanente dos nuevos chicos. «En invierno son 7. En su época fue un pueblo muy grande y relevante, pero ahora estamos de capa caída», admiten.

Varios factores. El origen de los desprendimientos, según el proyecto de restauración al que ha tenido acceso este periódico, responden a la humedad y a los empujes de la estructura de madera. Del mismo modo, también se aprecian deformaciones en los elementos estructurales de la cubierta (vigas y pares). Los daños no solo se circunscriben y resaltan dentro de la iglesia, sino que una gran grieta atraviesa parte del porche exterior. Basta con echar un vistazo a las dovelas que conforman el arco de entrada a este espacio anexo para comprobar lo inestable del templo.

Los vecinos confían en que las obras puedan salir a licitación este mismo mes de septiembre para iniciar «de inmediato» los trabajos de consolidación de la bóveda y la cubierta. El plazo estimado de ejecución es de 4 meses según el proyecto elaborado, por lo que la próxima primavera confían en recuperar por fin las misas en el interior del templo.