Empiezan a caer persianas en las guarderías privadas

DIEGO PÉREZ LUENGO / Burgos
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Hasta cuatro centros han cerrado entre Burgos capital y provincia, principalmente por la baja natalidad y la nueva competencia pública. El resto han tenido que adaptarse para adherirse a la gratuidad de la educación de 0 a 3 años

Esta escena de cierre se ha repetido en cuatro centros repartidos por la provincia. - Foto: Sara Ibáñez

Los cambios en la Educación Infantil en la franja de 0 a 3 años están causando impacto. Cuatro de los 41 centros privados que impartía esta etapa no continuarán con actividad el próximo curso lectivo. La baja natalidad, unida a las exigencias de la Junta de Castilla y León para poder adherirse a la gratuidad de la educación en las primeras etapas han llevado a cerrar a dos centros en Miranda, uno en la capital burgalesa y otro en Aranda.

Este periodo académico que dará comienzo en septiembre será el primero en el que la educación completa de 0 a 3 años sea libre de pago. En 2022 la Junta inició el proceso de gratuidad con los niños de 2 y 3 años, más tarde llegó el turno de los pequeños de 1 y 2 y ahora se completa con la etapa de 0 y 1. Esto está llevando a muchas guarderías de la provincia a tener que adaptarse a los requisitos impuestos por la propia Administración Regional para recibir su visto bueno e impartir estos niveles.

Exigencias relativas a la luminosidad, ventilación o espacios exteriores están haciendo que numerosos centros se vean obligados a hacer reformas. El problema que destacan desde el sector es que "hay que efectuar un desembolso que muchas guarderías no se han podido permitir", lo que ha derivado en cierres. "Hay propietarios que han tenido que tirar el edificio entero, otros se han visto obligados a abrir nuevas ventanas y todo para adaptarse a lo que pide la Junta", según apuntan fuentes del gremio.

Con la llegada de la gratuidad al sector de los 2-3 años hace dos cursos, algunas guarderías tuvieron que solicitar al Ayuntamiento de Burgos la ocupación de vía pública para cumplir con el requisito de contar con un espacio exterior. Pero esta no es la única razón por la que los centros privados de Infantil han tenido que cerrar. La baja natalidad que se contempla en el padrón también es otro de los factores que están afectando al primer escalón de la educación.

En la franja de 0-1 años, que ha sido la última en incorporarse a la gratuidad, se añade otro condicionante más, que es el de la ampliación de las bajas por paternidad. El hecho de que ambos progenitores tengan la opción de no trabajar para cuidar de sus hijos está haciendo que cada vez se incorporen más tarde los bebés a las aulas. "Antes con cinco meses ya se matriculaban, ahora hasta los siete u ocho meses no ingresan y eso también afecta", sostienen desde el sector.

También desde las escuelas infantiles privadas reconocen que "este curso se ha notado más flojo la edad de 2-3 años a nivel general". Para el inicio del calendario lectivo de 2024-2025 todavía no han podido establecer el número de matrículas con las que contarán, dado que se encuentran con el proceso de solicitudes excepcionales.

No todos los centros privados se han convertido en completos. La Junta da dos opciones: el completo es aquel que cumple con las exigencias propuestas de la Administración Regional, al igual que los de titularidad pública o concertada. El incompleto, por su parte, no cuenta con las instalaciones apropiadas y, por lo tanto, no pueden habilitar más de dos aulas por centro, y ha habido determinadas guarderías que han optado por quedarse con esta segunda condición.

Ratios. Después de que el pasado mes de marzo se conociese la implantación del programa de gratuidad de la Junta de Castilla y León del paso inicial de Educación Infantil, el primer paso fue su apertura a los centros tanto de titularidad pública como los privados, para que solicitasen la adhesión a dicha oferta. Después de tener en cuenta esa circunstancia, unida a las previsiones de demanda establecidas según los datos del padrón, la Administración fijó la ratio mínima con la que se podrán abrir las aulas en las tres primeras etapas.

Esta ratio afecta por igual a todos los centros implicados en el programa, con independencia de si son públicos, privados o concertados. En la etapa de 0-1 año el límite se mantiene uniforme en toda la provincia. Con tres niños por aula es suficiente para que esta pueda ser habilitada.

Sin embargo, en los dos cursos siguientes (segundo y tercero) el número mínimo de inscripciones varía dependiendo de la cantidad de habitantes. Para los de un año son necesarios siete matriculados, contemplándose la posibilidad de conformar una unidad mixta al incluir también a los de 0 años, mientras que para las de dos se requieren 12 alumnos.

En Aranda de Duero la ratio mínima se mantiene en seis para la franja de uno a dos y llega hasta diez en el último de los tres primeros cursos. Miranda de Ebro cuenta con las mismas cifras y Briviesca y Medina de Pomar demandan seis y cuatro matrículas respectivamente para el segundo y el tercer escalón de Infantil.

Hasta la culminación del proceso ordinario de admisión del alumnado, todos los colegios que ofrecerán aulas gratuitas de 0 a 3 años en el medio rural contaban con aulas disponibles para el próximo curso. Por su parte, en la capital, tan solo cuatro centros habían completado ya sus puestos. El plazo extraordinario de solicitudes se encuentra abierto hasta el 30 de agosto y las plazas libres se actualizarán el 1 de septiembre, mientras que el día 6 se realizará la adjudicación final.