Tres grupos mantienen viva la imagen más típica de las fiestas patronales. El LVVIII Desfile-Concurso de Carrozas contó con cuatro trabajos sobre las calles de Miranda. La tradición languidece, pero ayer se vivió una jornada de emoción en la ciudad, donde sus vecinos una vez más aplaudieron a los carroceros. Más allá de las dudas por su futuro, este 2024 sirve para que Trotamundos recupere su cetro tras la victoria el año pasado de Arco Iris. El colectivo triunfó con su obra Como el Perro y el Gato, que se llevó un triplete porque también venció en iluminación y vestuario. La alegría se amplió para el colectivo, porque su otra carroza, titulada Inteligencia Artificial, logró el segundo puesto general y el de iluminación.
Así, se sacaron la espinita de 2023, aunque en el colectivo José Ángel López nada más conocer el resultado ensalzaba que «nos lo merecíamos y nadie nos ha regalado nada, porque esto ha sido fruto de mucho trabajo». Antes de que comenzara el desfile, reconocía la buena respuesta de la gente «pero lo que pasa es que eso cada vez llena menos porque estamos muy cansados», admitía López. El agotamiento no quita para que hagan el esfuerzo de sacar dos carrozas, aunque en Trotamundos consideran que «lo importante no es el número que haya, sino los grupos activos pero como sociedad cada vez nos involucramos menos».
Por eso, el portavoz lamentaba que «esto lo hemos dejado morir entre todos», y ven con envidia otras localidades en las que consiguen implicar a muchos más. En Trotamundos, apuntan al crecimiento de las figuras humorísticas en San Juan del Monte, como un rayo de esperanza para atraer gente a esta tradición, porque «igual ese método puede funcionar para empezar poco a poco, porque al final si te gusta y te juntas es lo que nos ha pasado a todos, porque esto no sale de la noche a la mañana» indicaba.
Con sus dos trabajos han apuntado a una misma crítica social, ya que «día tras día en los medios hay noticias que inquietan», porque abundan «los enfrentamientos, los conflictos y la violencia de toda índole», criticaban. Por eso, usaron la metáfora del perro y el gato. También hicieron reflexionar sobre la inteligencia artificial «que nos va a convertir en humanoides huérfanos de sentimientos», valoraban. Para mostrar esa idea, hicieron una carroza llena de robots, con una Mafalda atrapada en el centro.
Desde el punto de vista técnico, López destacaba la complejidad de la carroza vencedora, con unos 20 metros de largo y más de cinco de altura. «La dificultad más grande era la de sujetar el perro, que cuenta con un punto de apoyo único que aguanta toda la figura de ocho metros», explicaba el portavoz, quien añadía que «por dentro es tan bonito como por fuera, sobre todo para el que le guste el montaje», remarcaba.
En tercer lugar quedó el grupo Arco Iris con su obra Fantasía, en la que destacaba el zapato de Cenicienta salido de un cuento y unos caballos casi suspendidos en el aire. «Hemos querido hacer un homenaje al grupo carrocero Fantasía, que rondaría este año su 50 aniversario y por eso hemos hecho una carroza muy parecida a una que salió hace 38 años», explicaba Marcos Barrasa, quien reconocía que han buscado una alternativa «sencilla», tras los problemas del año pasado, en el que a pesar de vencer, casi no dan la vuelta al recorrido «porque hubo mil problemas y los que no contábamos con ellos también aparecieron». En cualquier caso, admitía que «estamos satisfechos», y detallaba que «hemos querido recordar las carrozas que se hacían antes, sin tantas figuras como ahora».
El tercer grupo participante fue Más que Matillas, con Maticraft, una carroza inspirada en el videojuego Minecraft. Así recordaron el protagonismo de los más jóvenes en el desfile. Pese a llevarse el cuarto puesto, el colectivo innovó, con baterías en lugar de generador y sobre todo ensalzaron que su reto es «hacer barrio» y «aportar nuestro pequeño grano de arena para que esta tradición no se vaya al traste», enfatizaba Ainhoa Nanclares.