Las nubes negras que encapotaron el cielo hasta parecer de noche fueron el primer aviso. Acto seguido se escucharon los primeros truenos. Luego llegó el diluvio universal. Durante una hora una gran tromba de agua cayó sobre la capital burgalesa y sobre buena parte de la provincia. Una espectacular tormenta que obligó a movilizar a los equipos de emergencias tras 66 llamadas, la mayoría por inundaciones. También cayeron alguna que otra loseta, ramas y árboles. Uno incluso se incendió entre la Estación Rosa Manzano y Quintanapalla y obligó a cortar la circulación de los trenes. La Aemet mantuvo el aviso naranja hasta la madrugada y la Junta de Castilla y León activó el plan Inuncyl.
La DANA dejó su huella en la capital en apenas minutos. Sobre las 16 horas el servicio de emergencias 112 de Castilla y León comenzó a recibir decenas de llamadas de alerta por inundaciones. Las fuertes lluvias dejaron grandes balsas de agua en casi todos los barrios. En algunos, los vecinos no pudieron ocultar su hartazgo por vivir una y otra vez la misma situación cada vez que se produce una tormenta.
En la calle Madrid, a la altura del número 37, uno de los garajes comunitarios quedó como una auténtica piscina. «Esto es una vergüenza», protestaba un propietario del bloque que, nada más caer las primeras gotas, ya predijo lo que iba a pasar. «No sé si es una cuestión de las bajantes o de las tuberías de Pisones, que son de hace muchos años y en días así bajan cargadas», señalaba apesadumbrado. De igual manera se expresaban los responsables de Talleres Pardo, que tuvieron que achicar una inmensa balsa del sótano. «Es la de todas las veces y así va a ser siempre», lamentaron.
Garaje inundado en el número 37 de la calle Madrid. - Foto: Patriciadieron a una veintena de avisos en apenas dos horas. En Francisco Salinas, por ejemplo, hubo que limpiar el barro tras el desprendimiento de tierra de las laderas. En la avenida de Castilla y León, se formaron inmensas balsas que inundaban todas las rotondas y afectaban seriamente al tráfico. A escasos metros de allí, en el aparcamiento frente al Alcampo, una valla impedía el estacionamiento al haberse convertido en un lago. Sólo quedaban allí dos coches cuyas ruedas eran imperceptibles por el agua.
Pero no todo fueron inundaciones. La tormenta también llegó a derribar algunas losetas de fachadas y, sobre todo, árboles. En la rotonda Luis Braille, en el G-9, los equipos de emergencia tuvieron que retirar varias ramas porque invadían toda la calzada.
En una hora se acumularon en la capital más de 33 litros por metro cuadrado de lluvia con vientos de hasta 73 kilómetros por hora. Aunque la racha más intensa se registró en Pedrosa del Príncipe, con 93 km/h. Y es que la DANA también afectó seriamente a diferentes puntos de la provincia. Una situación que obligó a la Junta de Castilla y León a declarar el nivel 1 por riesgo de inundaciones y a activar el Inuncyl.
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