Los barrios de Aranda reclaman arreglos en un sinfín de calles

I.M.L. / Aranda
-

Las asociaciones de vecinos esperan iniciar en breve una ronda de reuniones con el equipo de gobierno para trasladarle la lista de prioridades de cada una de sus zonas para actuar

La falta de mantenimiento de zonas como esta plaza Gallocanta las ha condenado a un estado peligroso para los vecinos que las frecuentan. - Foto: Valdivielso

Entre los pequeños arreglos y la total reurbanización. Así se encuentran las calles de la capital ribereña, con todo el espectro de necesidades para que se puedan considerar en buen estado. Desde las distintas asociaciones de vecinos de Aranda llevan años reclamando una larga lista de necesidades ante el Ayuntamiento que, a día de hoy, siguen sin respuesta. 

Las áreas de Urbanismo y Medio Ambiente son las que más trabajo tienen pendiente a la hora de atender todo lo pendiente y los portavoces vecinales esperan poder reunirse en breve con el nuevo equipo de gobierno para trasladarle las prioridades. Ejemplos de algunas de estas necesidades son las que se especifican a continuación.

Santa Catalina

Entre charcos, coches abandonados y aceras rotas

Es una de las asociaciones de vecinos más reivindicativas, aunque los resultados no están a la altura. «De las peticiones habituales que mando al Ayuntamiento, tengo 25 sin atender de 2021 y 2022, y de este año, de las 43 pedidas están pendientes 11», cuantifica Antonio Adeliño Vélez, presidente de la asociación de vecinos Santa Catalina.

Entre ellas hay una amplia variedad, «arreglos en calles, coches abandonados, desperfectos en espacios deportivos...», empieza la larga lista, pero pone una por delante de todas. «Necesitamos que arreglen el último tramo de la calle Pedro San Abad, está llena de charcos, ahora no se ven, pero es lo más urgente que tenemos», puntualiza.

Zona centro

De las obras a los problemas que provoca el ruido

Los residentes en el casco antiguo de la capital ribereña son los que más están sufriendo la actual acumulación de obras en la vía pública. «Sabíamos que iba a haber problemas para el tráfico y para los peatones, eso lo teníamos asumido», se resigna la presidenta de su asociación de vecinos, Laly Saugar, pero ahí no acaban sus quejas.

El principal es el ruido nocturno. «La gente que vive en el centro está muy quemada, todo se hace aquí y, además, están los fines de semana», apunta Saugar. A ello suma la suciedad por orines y la plaga de pintadas, demandando una mayor y mejor limpieza de las calles y paredes para evitar la maña imagen del centro de la ciudad.

La estación

Atención a las zonas verdes y renovación de las calles

Otro de los presidentes vecinales veteranos es Manuel Muñoz, y muchas de sus reclamaciones son tan veteranas como él. «Pedimos lo de siempre, tenemos baldosas sueltas en casi todas las calles, la que peor está es el final de la avenida Castilla, tiene aún las baldosas primitivas», recalca como muestra de la falta de mantenimiento del barrio.

A esto suma el escaso cuidado de las zonas verdes, «en la calle Murillo tenemos una fuga de agua desde hace tres años», y casi enumera todas las calles y plazas para repasar las necesidades del barrio. «En la plaza Sorolla no se ha hecho nada en 40 años», pone como ejemplo del abandono de esta zona.

Polígono residencial

Del arreglo de los juegos infantiles a los parques

Al otro lado de la avenida Castilla, los problemas son parejos. «Hay falta de limpieza y de mantenimiento, si miras las calles a vista de pájaro las baldosas son de todos los colores, hace falta ya una reurbanización porque aquí no se ha hecho nada desde que se hizo el barrio», lamenta Jose Manuel Bernal, presidente de su asociación de vecinos.

El acento lo pone en tres espacios. Uno es la plaza Gallocanta donde «los juegos infantiles están hechos un desastre y se usan mucho, algún día tenemos un desastre», otro el parque General Gutiérrez, «hay que hacer algo en los accesos y en el propio parque, está muy abandonado», y acaba con la parcela aledaña a la iglesia parroquial, «habría que adecentarla porque da muy mala imagen».

La Aguilera

Entre la dependencia de ayudas y los proyectos propios

Esta pedanía arandina depende para algunas cosas del Ayuntamiento arandino. «En el proyecto del cambio de contadores de agua nos hemos quedado fuera y hemos reclamado», pone como ejemplo su alcalde, Luciano Burgos, que pide sobre todo que les informen de las convocatorias de las que se podrían beneficiar para mejorar la calidad de vida de sus vecinos.