Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina, quien más quien menos ya se ha hecho sus planes para desconectar durante cuatro o cinco días de la rutina habitual. Líder como es Castilla y León en turismo rural, los propietarios de los alojamientos rurales tienen esas fecha como las más esperadas del año, y suele ser habitual que las casas rurales de la provincia cuelguen el cartel de completo.
Así es en la mayoría de los casos, sin embargo, este año, desde la Asociación de Turismo Rural de la Provincia de Burgos, a unos días de Jueves Santo, la ocupación se queda en torno al 95%, explicaba Ana Peña, su presidenta y propietaria de dos alojamientos en la comarca de las Merindades, que sí tiene completos los cinco días de vacaciones, en todo caso, teniendo en cuenta que en algunas comunidades como la vasca el lunes 1 de abril también es festivo.
Peña asegura que los asociados están sorprendidos de esa 'ligera' bajada de visitantes, una situación que ella achaca fundamentalmente a la cada vez mayor oferta de establecimientos rurales en la provincia e, incluso, a la competencia «desleal» de otro tipo de alojamientos turísticos.
Por otra parte, Ana Peña también incide en que tras salir de la pandemia, que fue un «boom donde parecía que no hubiera un mañana y todo el mundo se lanzó a salir y viajar», como lo ponen de manifiesto los datos de 2021 y 2022, el año pasado y este las cosas han vuelto a su cauce y a esta circunstancia también se puede atribuir que en Semana Santa no esté la ocupación al 100% en la provincia, aunque la presidenta del colectivo tampoco descarta que a lo largo de los próximos días se aceleren nuevas reservas y acaben llenándose todas las casas, hostales y posadas.
Quien ya no tiene que estar pendiente del teléfono son algunos de los propietarios ya veteranos, como la propia Ana Peña y Sergio Íñiguez, este dueño de la casa rural La Era de Vadillo en Frías, una de las localidades de la provincia con más tirón turístico y donde llegan clientes mayoritariamente del País Vasco, Madrid y las provincias más cercanas de Castilla y León, usuarios, por otra parte, que son los más fieles en todos los alojamientos rurales burgaleses.
Íñiguez también se muestra sorprendido porque algunas casas rurales estén sin ocupantes a partir de mediados de la semana que viene, y añade que esta es la mejor época sin duda y «si no llenamos ahora sería muy complicado».
También ha colgado desde hace ya un par de meses el cartel de completo Raquel Tajadura que el año pasado puso en marcha dos casas rurales en Tardajos, primero La casa de la abuela Lupe, y más tarde El Encanto de Tardajos, que se abrió a finales de verano. Ambas, con 16 plazas cada una, las tiene completas, con clientes nacionales, concretamente vascos. Como suele ser habitual, ni en estas fechas ni a lo lago del año, excepto en algunos casos el mes de agosto, los turistas extranjeros no son habituales en estos alojamientos.
En cuanto al balance de 2023, en su caso es positivo, aunque se trata como es habitual, de ocupaciones de fines de semana. En todo caso, sí reconoce que este año, del que llevamos tres meses escasos, ha comenzado «flojo», pero se ha ido animando y en abril y mayo tiene los sábados y domingo cogidos.
Balcones que miran al Pisuerga
Mercedes García inaugura en Melgar, con lleno completo, Puente del Rey, donde mima todos los detalles
En la comarca Odra-Pisuerga, la oferta de alojamientos rurales se ha visto incrementada en los últimos meses con dos nuevas casas, una en Castrojeriz, El Sillero, que abrió a finales de agosto, y Puente del Rey, en Melgar de Fernamental, que se estrena, con lleno completo, ahora en Semana Santa.
Mercedes García se ha embarcado en esta aventura en la villa melgarense con una casa rural de nueva construcción en la que ella y su marido han apostado por la calidad, tanto en los materiales como en el mobiliario y los electrodomésticos, así como en la piscina climatizada, que ahora es uno de los servicios que más se demanda, o el jardín con barbacoa. Asegura que ambos llevaban mucho tiempo con esa idea en la cabeza, que les apetecía y les hacía mucha ilusión, por lo que está muy satisfecha de cómo ha quedado el alojamiento; además, explica que han cuidado todos los detalles porque quieren ofrecer a los clientes algo diferente y no muy grande; de hecho solo tiene 7 plazas, con dos habitaciones dobles y una cama supletoria.
Sobre la marcha, añade Mercedes, ha ido aprendiendo a manejar las redes sociales, a diseñar la página web y a colgar historias y fotos en instagram. Ahora lleva con ella una libreta donde va apuntando ideas y frases que se le ocurren para subirlas a las redes. La nueva emprendedora cree que Melgar ofrece naturaleza, paz y tranquilidad (como la propia casa), pero también mucho que ver y la posibilidad de acercarse a pueblos cercanos que «hay que conocer porque tienen mucha historia y arte».
Mercedes hace hincapié en que la villa está estratégicamente sitiada, a apenas 25 minutos de Burgos, una hora de León y a menos de Palencia y Valladolid. Para ofrecer más servicios y comodidades a los clientes, está mejorando el patio.
Por lo que respecta a la nueva casa de Castrojeriz, la ha abierto el joven Diego Muriel, de apenas 21 años, que ha reformado el antiguo bar El Patio. Cuenta con 15 plazas, con tres habitaciones triples y dos dobles. Diego es natural de la villa y siempre le ha tirado mucho su pueblo que, además, reconoce su madre Susana Sánchez, tiene mucho tirón al ser Camino de Santiago y uno de los pueblos bonitos de España desde el año pasado. También tiene piscina y barbacoa