La Audiencia Provincial de Burgos ha ratificado la sentencia del Juzgado Penal por la que se condena a dos hombres, nacidos en Marruecos y de 34 y 37 respectivamente, a tres años de prisión por un delito de lesiones usando un instrumento peligroso. Los hechos se produjeron hace ahora cinco años, a las 6 de la mañana del 10 de marzo de 2019. Los ahora condenados estaban trabajando uno como dj y el otro como portero del bar Music, en la calle Hospicio de Aranda de Duero. Llegó un momento en el que el propietario del local y el dj sacaron a dos clientes a la calle, empezando una discusión por los motivos de su expulsión.
Esos momentos de tensión se fueron incrementando hasta acabar en una pelea en la que se enzarzaron el dj y el portero con los dos clientes expulsados. En el fragor de la disputa, el pinchadiscos, que cuenta con antecedentes penales, y el portero golpearon con sendas botellas de cristal, uno a cada uno de los hombres con los que se estaban peleando.
Como consecuencia del golpe recibido en el transcurso de la reyerta, uno de los agredidos sufrió una brecha en la cabeza que necesitó puntos de sutura y le quedó una cicatriz en la oreja derecha y el otro recibió el impacto en la cabeza y en la cara, por lo que también precisó puntos y terminó con cicatrices en el cuero cabelludo, la mejilla derecha y la ceja izquierda.
Los ahora condenados recurrieron la sentencia del Juzgado de lo Penal por, entre otros argumentos, considerar que había habido errores a la hora de valorar las pruebas por parte de los magistrados. Una motivación que se desestima por considerar que «la declaración de los perjudicados ha sido uniforme y similar a lo largo de todo el procedimiento, manteniendo el mismo relato de los hechos, sin incurrir en contradicciones graves» y que sus versiones quedaron avaladas «por la prueba documental médica y por la pericial de la médico forense».
También consideran excesivas las penas de tres años para cada uno por sendos botellazos, a lo que los magistrados replican que «la intensidad del peligro que supone un golpe con una botella de cristal en la cabeza es de suficiente entidad» para no imponer una pena menor.
En la sentencia se fija también indemnizaciones por responsabilidad civil de 11.700 y 7.130 euros para los heridos. La aseguradora del local recurrió el tener que pagar esas cantidades pero la sentencia especifica que los hechos comenzaron en el interior del bar y los acusados estaban en el ejercicio de sus funciones, extralimitándose en su comportamiento, por lo que se mantiene la obligación de pagar las indemnizaciones por las lesiones.