Los cementerios de Los Barrios y Terrazos de Bureba sufren desde hace tiempo problemas de falta de espacio y en la actualidad no disponen de tierra ni nichos disponibles para más enterramientos. La delicada situación la arrastran desde hace años, pero no ha sido hasta el ejercicio actual cuando el Ayuntamiento ha decidido tomar cartas en el asunto.
Mientras que el alcalde del municipio, Daniel Fontes, baraja diferentes alternativas para construir un campo santo nuevo en terreno municipal, ya que la ampliación del existente resulta imposible al ubicarse en el centro del pueblo, el presidente de la junta vecinal, Carlos Mato, atajará el problema de raíz. La prioridad del asunto ha dejado de lado otros proyectos que tenía en mente ejecutar durante el ejercicio actual y pretende levantar en los «próximos meses» un espacio anexo que albergará «unos 40 nichos de pared y una zona para columbarios», declara a este medio.
En Terrazos la ampliación es posible gracias al emplazamiento, junto a la iglesia de San Juan Bautista, en un alto, alejada por «más metros del casco histórico de los que la normativa exige», aclara. Por el momento, ninguna familia se ha visto obligada a enterrar a un ser querido en otra localidad por carecer de espacio, pero con una «población tan envejecida hay que estar preparado para lo que pueda ocurrir», añade.
Por contra, Fontes sí ha sufrido en primera persona las consecuencias de la falta de terreno con el fallecimiento de su abuelo hace tres años. «No tenía nada comprado y en el cementerio de Los Barrios es imposible hacer más hueco, así que tuvimos que enterrarle en Burgos», manifiesta afectado. A pesar de que en la anterior legislatura formó parte del equipo de gobierno como concejal, reconoce que «no se trató un tema de vital importancia para todos los vecinos», por lo que ya ha trasladado a los miembros de su equipo el interés en estudiar todas las alternativas para evitar que «nadie que quiera descansar en su pueblo tenga que hacerlo en otro».
Consciente de que el estado del cementerio es «lamentable», no solo por la nula conservación de los bajos muros de ladrillo y piedra, o la hierba que invade, en algunos, casos, parte de las sepulturas, si no por el «evidente desorden de la situación de las tumbas», el regidor ordenará redactar una ordenanza reguladora para su funcionamiento. También analizará los terrenos municipales aptos para levantar un cementerio nuevo, adaptado a los tiempos.